El martes pasado, poco antes de las 9 de la mañana, Ana Barros se alistaba para salir de casa a cumplir con su trabajo de limpieza, cuando se percató de un fuerte olor a quemado. Pensó que alguno de los vecinos le había prendido fuego a algo y decidió salir a mirar qué estaba pasando en el vecindario, para llevarse el susto de su vida: el incendio provenía del sótano de su propio hogar.
“Yo estaba en el baño del primer piso, cuando empecé a oler por la ventana como a quemado. Entonces salí a ver que era que estaban quemando”, dice Ana Barros. “Mi sorpresa fue cuando miré hacia abajo, hacia la ventanita del sótano y vi ese chorro de humo tan impresionante, entonces me fui en carrera para la casa y cuando abrí la puerta para ver qué pasaba no se podía ver nada hacia abajo, salí a correr a despertar a mis hijos”.
En cuestión de segundos Ana y sus dos hijos vieron como el fuego consumía el hogar que con tanta ilusión compraron en Springs, hace 17 años.
“Yo no se cómo en minutos los bomberos estaban ahí pero el humo ya salía por todas las calefacciones”, relata la señora Barros. “Se consumió totalmente, lo que no destruyó el fuego, lo destruyó el humo o el agua de los bomberos. El fuego salía arriba por la chimenea”.
Esta familia costarricense conformada por la madre y sus dos hijos de 21 y 16 años, tuvo que presenciar desde el frente de la propiedad, el terrible espectáculo de ver el fruto de su esfuerzo envuelto en llamas.
“Nos quedamos con lo que teníamos puesto, no pudimos sacar nada”, segura.
Ana dice que está agradecida porque el fuego no le arrebató su tesoro más preciado: la vida de sus hijos. Sin embargo la familia se encuentra sumida en el dolor y la frustración, luego de haberse quedado prácticamente en la calle.
“De momento ni ganas de trabajar tiene uno. La angustia es el mortgage, cuatro mil dólares y hay que seguirlos pagando aunque la casa esté quemada”, dijo esta angustiada madre.
Las causas del fuego aún no están muy claras, sólo se sabe que se produjo en la zona de máquinas del sótano de la casa.
La organización Ola of Eastern Long Island inició una campaña a través de GoFundMe con el fin de que la gente de buen corazón se vincule con donaciones que puedan ayudar a la familia Barros a solventar este momento difícil.
Por ahora, los tres están viviendo en un lugar prestado, mientras logran resolver algunas cosas y en medio de tanta confusión, poner las ideas en orden. Cualquier donativo, por pequeño que parezca, será de inmensa ayuda para ellos, durante este trago amargo.
“La familia Barros por suerte pudo salir de su casa sana y salva. Sin embargo, necesitan nuestro apoyo ya que han perdido todas sus pertenencias. Cualquier donación será muy apreciada, ayudemos a esta familia en estos momentos tan difíciles”, dice la introducción de la campaña.
Si usted quiere hacer un aporte para contribuir a esta noble causa, haga click aquí.
Ana y sus hijos se lo agradecerán!!!
Este video grabado por la familia, muestra la magnitud de la destrucción: