Desde el primero de agosto, están abiertas las aplicaciones para el Fondo de Trabajadores Excluidos, un salvavidas acordado por los legisladores estatales y el gobernador Cuomo, para ayudar a un amplio sector de la población que debido a limitaciones como el estatus migratorio, no ha tenido acceso a ninguno de los paquetes de auxilios aprobados por el congreso, durante la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
El fondo, que llega después de año y medio de espera, en el que este grupo de trabajadores no han podido recibir ni un dólar en beneficios, ni han tenido acceso a las ayudas federales, cuenta con una base de 2,1 mil millones de dólares y promete auxilios de hasta 15,600 dólares para cada trabajador, es decir 300 dólares semanales, durante un período de 52 semanas. Consulte un artículo anterior sobre el fondo y cómo solicitar el dinero.
Para acceder al auxilio, el aplicante debe comprobar que vive en el estado de Nueva York y que vivía en el área antes del 17 de marzo del 2020. Pero además debe probar que perdió ingresos después de febrero de ese mismo año, como consecuencia de las restricciones, los cierres y la crisis desatada por la pandemia. Justamente en este último aspecto es que ahora se concentran las preocupaciones de los trabajadores excluidos, ya que un nuevo punto de la regulación del fondo, adicionado una semana antes de que se abriera oficialmente la recepción de aplicaciones, indica que los trabajadores deben comprobar que perdieron al menos el 50% de sus ingresos por semana, si quieren beneficiarse de estos dineros.
“El nuevo marco regulatorio anunciado por el Departamento de Labor, una semana antes de la apertura de las aplicaciones, posiblemente deja por fuera a miles de trabajadores del fondo. Estas nuevas regulaciones carecen de la flexibilidad necesaria para cumplir el objetivo de captar empleados que trabajan en el sector informal de nuestra economía“, dice un comunicado reciente de los Miembros del Caucus Legislativo Negro, Puertorriqueño, Hispano y Asiático del Estado de Nueva York, quienes iniciaron una especie de cruzada para intentar que el estado flexibilice las condiciones.
Los legisladores aducen que aunque los trabajadores excluidos han sido quizás los más golpeados por la pandemia, probar sus pérdidas, puede resultar para algunos una verdadera misión imposible.
“Gran parte de la economía de Nueva York depende de la economía de efectivo, y esta fue una de las principales razones por las que la gente no calificaba para el seguro de desempleo en primer lugar”, dijo la senadora Jessica Ramos, quien hace parte de la coalición y ha sido una de las principales defensoras del fondo. “Esto es algo que tenemos que arreglar desesperadamente para que la economía de Nueva York vaya por el camino correcto”.
Ramos asegura que llevan varias semanas negociando con el Departamento de Labor, para tratar de quitar del camino las nuevas regulaciones que dejarían por fuera a muchos trabajadores marginados. “Ahora se suma el lío en el que está metido el gobernador, ojalá no distraiga mucho”, dijo.
“Cientos de miles de nuestros vecinos han sido excluidos de la ayuda financiera durante un año y medio y todavía están luchando para poner comida en sus mesas y tener un techo sobre sus cabezas. Este fondo permitirá que muchos en nuestras comunidades recuperen parte de sus salarios perdidos durante los últimos 18 meses y traerá una gran impuso a nuestras economías locales “, aseguró la senadora Ramos.
“El fondo para excluidos fue creado para brindar un alivio real a los trabajadores y no simplemente como una solución de ”curita“ que excluye aún más a las comunidades tradicionalmente marginadas. Eso fue diseñado como un salvavidas para las familias trabajadoras inmigrantes, pero en cambio la implementación del proceso ha sido todo menos justa. Denunciamos cualquier barrera o normativa adicional que evite que estos trabajadores tengan una recuperación justa “, dijo la asambleísta Carmen De La Rosa, quien también hace parte de la coalición que está en negociaciones con el departamento de labor.
Mientras las conversaciones avanzan, en nuestra área organizaciones como Rural & Migrant Ministry, Centro Corazón de María, SEPA Mujer, OLA of Eastern Long Island y North Fork Spanish Apostolate, entre otras, organizan sus planes de trabajo, para ayudar a nuestra gente a diligenciar las aplicaciones, recolectar la documentación y someter los formularios. Se insta a la comunidad a llamar a una de estas organizaciones antes de empezar el proceso de aplicación ya que según la última información recibida por la coalición formada por estas agencias, hay un plazo limitado para acabar de someter toda la información una vez se empieza la solicitud para acceder al fondo para trabajadores excluídos.