A la una de la mañana de este martes 21 de diciembre, llegaron finalmente a la población de La Esmeralda, en Jerez Jutiapa, los cuerpos de los cinco integrantes de la familia Rivera Ramos, que perdieron la vida en un voraz incendio el pasado 16 de noviembre en el corazón de Riverhead.
A pesar de la hora, una multitud aguardaba pacientemente para unirse a una caravana que escoltó las camionetas que llevaban los cuerpos de los Rivera Ramos, desde la municipalidad de Yupiltepeque hasta la aldea, La Esmeralda. La gente se unió en motos, carros o mototaxis, con tal de acompañar a sus paisanos hasta el lugar que fue dispuesto en el pueblo para la velación. Los bomberos Atescatempa organizaron la logística para que la caravana fluyera en medio de pitos, música y sirenas.
La primera de las camionetas llevaba un banner con las fotos de Zonia Dinora Rivera, de 41 años, sus hijos, Carlos Cifredo Peñate Rivera, de 24 y Andrea Isamar González, de 16, y sus sobrinos, Douglas Edgardo Rivera Aguirre, de 24 y Carlos Alberto Ramos Aguirre, de 22. Mientras que los demás carros que participaron en la caravana iban decorados con globos blancos.
En la cancha Rivera, del Barrio La Santa Cruz, estaba todo dispuesto para iniciar el velorio y allí otra multitud aguardaba por los cinco “jerezanos” que habían salido de su pueblo natal en busca de mejores oportunidades y encontraron la muerte en el fatídico incendio.
En medio de escenas desgarradoras de llanto y dolor, fueron bajados, uno a uno, los cuerpos de los cinco integrantes de esta familia, querida y respetada en toda la localidad.
El primer féretro en ser acomodado en el recinto, fue el de la joven Andrea Isamar Gonzalez, quien había dejado La Esmeralda solo un mes antes del incendio que le arrebató la vida. Llevaba dos semanas en la escuela secundaria de Riverhead y estaba apenas disfrutando de un esperado reencuentro con su madre, luego de haberse quedado por más de una década, al cuidado de su abuela.
Muchos de los asistentes a la Cancha Rivera, iban vestidos con camisetas blancas que llevaban en el frente, las fotos estampadas de los cinco paisamos fallecidos.
“Muy triste y lamentable de verdad lo que está viviendo la familia, no solo para ellos sino para el pueblo entero. A todos nos ha enternecido ver lo lamentable que pasó con la familia y por eso estamos aquí apoyándolos porque son parte de nuestro pueblo y de nuestra gente”, dijo Lety, una habitante de La Esmeralda, que estaba acompañando a la familia Rivera. “Ha sido impactante que nuestro pequeño pueblo haya salido en las noticias de los Estados Unidos, pero a través de este triste acontecimiento que ha pasado con esta familia”.
Los asistentes al velorio fueron pasando por los cinco féretros, mientras se entonaban canciones de despedida, intercaladas con oraciones por su eterno descanso.
Los cuerpos estarán en el pequeño estadio durante todo el martes, para cumplir con la costumbre de nuestros países de velar a los difuntos durante 24 horas. Las honras fúnebres se llevarán a cabo el miércoles, luego de una misa programada para las 10 de la mañana. Los cuerpos de los Rivera Ramos, serán transportados, nuevamente en caravana, hasta el cementerio de La Esmeralda, donde tendrán su última morada.
