Oniel Alcides Aguilar, un inmigrante de origen hondureño que llevaba 12 años en los Estados Unidos, es la víctima del accidente fatal que se registró el jueves en la Ruta 104, a la altura de East Quogue. No había cumplido los 30 años de edad y estaba apenas iniciando una familia con su pareja, Karla Rodríguez, con quien se casó en diciembre de 2020. La noticia de su muerte tiene consternados a sus amigos y familiares, quienes lo describen como un hombre trabajador, alegre y lleno de aspiraciones.
“La aspiración de él era aprender bien electricidad, trabajar duro, comprarse una casa, aprender muy bien inglés”, dice Melqui Aguilera, hermano de Oniel. “Le gustaba el karaoke, siempre andábamos juntos, los domingos salíamos a ver futbol”.
De acuerdo con un comunicado de la policía del condado de Suffolk, el jueves hacia las 6:30 de la mañana varias llamadas al 911 reportaron un accidente sobre la Ruta 104 cerca de Pleasure Drive. Aguilar conducía en dirección sur, cuando perdió el control de su Toyota Tundra 2008 y cruzó al carril de tráfico en dirección norte, chocando contra una camioneta Ford Pick-up 2018, conducida por Michael Algozzino, de 62 años de edad, originario de East Quogue.
“Estaba muy liso y perdió el control, se atravesó en la vía contraria y chocó por el lado del pasajero”, dijo su hermano.
Aguilar-Guillén, quien vivía en Riverhead, fue pronunciado muerto en la escena, causando gran conmoción entre todos los que lo conocieron como un muchacho tranquilo, al que le gustaba tocar guitarra, ver futbol, montar en bicicleta y bromear con sus amigos.
“Eras un excelente amigo. Mi Pana, como me decías a mí, que Dios te reciba en su santa gloria”, dijo Carlos Macin, en una publicación de Facebook.
Aguilar estudio inglés en el Suffolk Community College, y en la actualidad adelantaba estudios de electricidad y trabajaba para una compañía eléctrica de East Quogue. Su hermano dice que el día del accidente iba para su trabajo, pero al parecer el hielo negro en la carretera hizo que perdiera el control y se saliera de su rumbo. Sus compañeros de trabajo quienes lo recuerdan como el más puntual de todos, empezaron a preocuparse al ver que no llegaba .
“Un compañero de trabajo le marcaba y no contestaba. Después alguien dijo que había habido un accidente, el patrón mandó a investigar y sí él era”, dice el hermano de Oniel. “Todo el mundo lo quería, yo nunca le conocí un enemigo, siempre con sus compañeros de trabajo, sin egoísmo”.
El cuerpo del hondureño, originario de Las Trojes, El Paraíso, aún no ha sido entregado a la familia. Sus seres queridos planean realizar el servicio funeral en Scott Rothwell Funeral Home de Hampton Bays, una vez que las autoridades se los entreguen. Posteriormente planean enviarlo a Honduras, donde se encuentran los padres de Oniel y sus hermanos.