Viviana Araya es una residente de Springs que está atravesando por un momento de mucha incertidumbre, ya que después de rentar por 14 años un espacio para ella y su hijo, su casero decidió dar por terminado el acuerdo y pedirle la casa. Ante la situación, esta madre soltera, de origen colombiano, se dio a la ardua tarea de buscar un nuevo lugar para vivir, lo que se ha convertido en una misión prácticamente imposible. En medio de tanta búsqueda, un buen día encontró en Facebook lo que parecía ser la solución a todos sus problemas: una bonita casa de dos cuartos que, de acuerdo con las fotos de la publicación, estaba bien equipada, ubicada en un buen sector de East Hampton, tenía incluso acogedores espacios exteriores y lo mejor, a un valor de 1,650 dólares al mes.
“Empecé a contactarme con esta persona en Facebook y luego por email. Siempre tenía la duda, de si era verdad o no, aunque yo nunca he pasado por una estafa o algo así. Seguimos hablando y me dice: necesito un depósito, porque mucha gente está detrás de esto y entonces para pisar el negocio necesito que me deposite la cantidad de 2,500 dólares”, relató Viviana.
Como solo había visto la vivienda en fotos, les dijo que antes de consignar cualquier dinero, necesitaba ver la casa en vivo y en directo, a lo que le respondieron que no estaban en el área, y que regresarían en los próximos días.
“Yo les dije: ah bueno entonces cuando lleguen yo les doy la plata personalmente, pero ellos me mandaron un montón de opciones para hacerles el envío del dinero. Entonces yo decidí preguntarle a Erika de OLA, y a un primo mío que es abogado”.
El haber consultado con expertos, salvó a Viviana de una estafa segura, porque cuando el equipo de la Organización Ola of Eastern Long Island corroboró en los documentos del municipio de East Hampton, los nombres de las personas que se le habían presentado a Viviana como dueños, no concordaban con los récords oficiales de la casa. Cuando trató de comunicarse de vuelta con las personas con las que había estado intentando negociar, no contestaron, la publicación de Facebook ya no existía y las fotos de la casa añorada, habían desaparecido como por arte de magia.
Lo preocupante es que la historia de Viviana Araya no es un caso aislado, sino una situación recurrente que ha llegado a OLA en varias oportunidades en los últimos meses. En todos los casos el sistema de los estafadores es el mismo: presentan viviendas ideales, a precios muy cómodos, y a las cuales se puede acceder consignando un valor urgente, debido a que según estas personas, se trata de una gran oportunidad que muchos se están peleando.
“Tenemos una señora que están desalojando, necesita una vivienda urgente y vio una casa de tres habitaciones con dos baños y coincidencia a 1,650 dólares también”, dijo Erika Padilla, Asistente legal y administrativa de Ola of Eastern Long Island. “Yo le dije, yo se que está desesperada, pero una casa no se renta así por texto, por qué no la va a ver?”.
Aunque a la señora le habían dicho que los inquilinos salientes estaban todavía en la propiedad y era imposible verla, ella decidió presentarse en el lugar, con la intención de pedirle a los habitantes de la casa que le dejaran echar un vistazo.
“Después de que habló conmigo se fue a esa casa y decidió tocar la puerta, cuando salieron un par de personas, ella les dijo, me están rentando esta casa y yo solo vine aquí para comprobar que si está en renta por ese valor, antes de enviar el dinero”, dijo Padilla. “Pero estas personas le dijeron, no eres la primera persona que viene, nosotros rentamos esta casa por medio de Airbnb y pagamos 7,500 dólares de renta y eso que están haciendo es una estafa, porque es totalmente mentira”.
Una vez más, el haber consultado antes de enviar el dinero, salvó a otra residente de nuestra área, de resultar estafada.
Sin embargo según la asistente legal de OLA, no todo el mundo corre con la misma suerte, porque ante el desespero de enfrentar un desalojo y no tener un lugar a donde ir, mucha gente cae en la trampa y envía el dinero con la intención de “amarrar” el negocio.
“Eso es lo que hacen muchos, en el desespero de que necesito la casa, yo le mando el dinero ya, para que me la separe y como 1,650 se ve económico, entonces envían el dinero”, dijo Padilla
OLA alerta a la comunidad, para que abra bien los ojos y no olvide el viejo y conocido dicho popular “de eso tan bueno, no dan tanto”. En la mayoría de los casos, los estafadores usan fotos de casas que se están ofreciendo en páginas oficiales de rentas, a precios muy superiores, y las publican en páginas ficticias con valores súper atractivos. Cuando la gente envía el dinero, los presuntos caseros desaparecen, al igual que sus publicaciones.
Por eso la organización OLA recomienda aprender a identificar las principales señales de alerta:
- Cuando el precio de la casa es muy bajo, normalmente se trata de una estafa. En sectores como los Hamptons donde en época de verano el valor de la renta se pone por las nubes, encontrar una oferta maravillosa, debe encender las banderas rojas de los inquilinos.
- Cuando el presunto arrendatario no permite que el futuro inquilino haga el recorrido de la casa. Ya que todo inquilino tiene el derecho de ver el lugar donde va a vivir, antes de decidir si hace el negocio o no.
- Cundo el supuesto arrendatario exige dinero por adelantado para asegurar el negocio, sin que el inquilino conozca la propiedad. Los estafadores suelen pedir dinero por Zelle, PayPal o cualquier sistema rápido de transferencia monetaria.
- Los supuestos arrendatarios hacen llamadas desde números telefónicos de otros estados. En algunos casos argumentan que están fuera y que esa es la razón por la que no pueden enseñar la vivienda.
OLA asegura que este tipo de estafas son una consecuencia directa de la crisis de vivienda que se vive en la región. La organización está recibiendo en promedio 4 casos por día, de personas que enfrentan la amenaza del desalojo. Pero a pesar de lo apremiante de la situación, la recomendación de los expertos es mantener la calma y no caer en manos de los inescrupulosos, como producto del desespero.
“No se desespere, no digan yo quiero esa casa y nadie me la va a ganar y yo voy a dar el dinero primero. El recorrido de la casa es súper esencial, porque cualquier persona que está rentando una casa, va a permitir que la persona que esté interesada, entre a la casa y la vea, por el interés de las dos partes, para que vea que está en buen estado y la devuelva en buen estado”, dijo Padilla.
Si cree estar siendo víctima de una estafa, comuníquese de inmediato con la policía, reporte el número de donde recibe las llamadas, y haga tomas de pantalla de los mensajes que recibe.
Cualquier persona que esté afrontando una situación de desalojo puede comunicarse con OLA al 631 899 3441, para empaparse de sus derechos y explorar alternativas de solución.