Esta estructura carbonizada, en plena East Second Street de Riverhead, se convirtió en el último año en parte del paisaje de esta localidad. Desde el pasado 16 de noviembre cuando un incendio de grandes proporciones consumió la vivienda multifamiliar y apagó la vida de cinco de sus ocupantes, la “mole negra” pasó a ser una especie de referente, para residentes y visitantes, del horror que se vivió en aquella noche de otoño.
La casa se había puesto en venta en el mes de marzo y de acuerdo con funcionarios del municipio de Riverhead, la semana pasada se emitió un permiso de demolición a nombre del nuevo dueño de la propiedad.
El lunes hacia las 9 de la mañana, equipos de maquinaria pesada iniciaron su trabajo y ante la mirada de vecinos y transeúntes, derribaron la edificación de tres pisos, para ponerle fin a otro capítulo de esta historia.
“La verdad es algo muy doloroso, pero sabíamos que tarde o temprano eso iba a pasar. La propiedad no es de uno para poder conservarla, si nos duele mucho, pero nos quedamos con los bellos recuerdos que vivimos con ellos”, dijo Laura Rivera, hermana y tía de las víctimas del incendio fatal.
Durante las primeras semanas posteriores al incendio, la casa fue una especie de templo, donde se oficiaron varios servicios religiosos, para pedir por el descanso eterno de las víctimas. Hasta allí llegaba cada día una romería de personas, a elevar una plegaria, dejar una flor o un mensaje para los que partieron. Por eso el lunes, la noticia de que la estructura estaba siendo demolida, se regó rápidamente en el vecindario y fueron muchos los que se acercaron hasta allí nuevamente, para presenciar la caída de lo que quedaba de la edificación.
“Aún se siente esa sensación de tristeza, al recordar esas cinco vidas que se perdieron”, comentó Griselda Vásquez en la página de Facebook de Tu Prensa Local.
“Me llena de gran tristeza por la familia. Que Dios los tenga en su gloria”, dijo Luna de Xelaju.
La demolición tuvo lugar en la víspera de una audiencia pública programada por la Junta Municipal, para analizar si los restos carbonizados de la histórica residencia de tres pisos eran una “estructura insegura” que requería demolición.
El 16 de noviembre de 2021, el incendio cegó la vida de 5 miembros de una misma familia, quienes compartían el apartamento del tercer nivel de la casa, ubicada en el 46 de East Second Street. Zonia Dinora Rivera, de 41 años, sus hijos, Carlos Cifredo Peñate Rivera, de 24, y Andrea Isamar González, de 16, y sus sobrinos, Douglas Edgardo Rivera Aguirre, 24, Carlos Alberto Ramos Aguirre, se quedaron atrapados en la parte más alta de la edificación, que carecía de una segunda vía de salida. Las escaleras que conducen al apartamento habían sido destruidas por el fuego, según el informe de investigación del escuadrón de incendios provocados del Departamento de Policía del Condado de Suffolk. El médico forense del condado determinó que las víctimas del incendio murieron por inhalación de humo.
“Estamos pidiéndole a Dios que nos siga dando fuerzas para seguir adelante ya que no es fácil. Hoy que vi todo eso, la verdad dolió tanto, saber que ellos vivían allí y perdieron la vida en un instante. Demasiado triste, nos dolió mucho”, dijo la señora Rivera.
La propietaria de la casa, Carmela Cannella, quien vivía en el primer piso y los inquilinos que ocupaban dos apartamentos en el segundo piso, escaparon ilesos, aunque perdieron todas sus pertenencias personales.
La policía determinó que el incendio fue causado por un cigarrillo o cigarrillos desechados en un receptáculo ubicado en el porche, la noche del 16 de noviembre. El incendio estalló alrededor de las 10:30 de esa noche, luego de que amigos y familiares se reunieran para celebrar el cumpleaños número 24 de uno de los integrantes de la familia Rivera.
Los registros muestran que el municipio de Riverhead emitió permisos de alquiler para el apartamento del tercer piso durante más de 20 años. Los permisos de alquiler más recientes emitidos a la señora Cannella para los tres apartamentos en 2018, habían vencido el 7 de marzo de 2020. Según los registros de la ciudad obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información, la ciudad envió un aviso de renovación a Cannella en febrero de 2020, pero ella no respondió. Los inspectores de aplicación del código de la ciudad llamaron a Cannella una vez y visitaron la casa en tres oportunidades, para verificar los alquileres, según los registros, pero nunca se pusieron en contacto. En la última visita, el 7 de octubre de 2021, es decir un mes antes del siniestro, el inspector habló con Zonia Rivera e informó que ella le dijo que alquilaba el apartamento del tercer piso.
“Ella ha estado viviendo allí durante 5 años”, escribió el oficial. “Se emitirán citaciones”.
El municipio de Riverhead entregó tres citaciones penales a la señora Cannella, solo tres semanas antes del incendio fatal.
El administrador propuesto de las propiedades de la familia Rivera entregó avisos de reclamos a la ciudad, así como al condado de Suffolk, el 14 de febrero. Aún no se ha presentado ninguna demanda, según los registros judiciales en línea.
“Todo sigue igual, no ha habido avances. Espero que este mes haya algo nuevo”, dijo la señora Rivera, refiriéndose al caso.