La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, está investigando la muerte de un hombre de Medford que fue baleado por la policía del condado de Suffolk el miércoles pasado.
Tres policías anónimos respondieron a una llamada en un complejo de apartamentos donde, según los informes, Enrique López, de 56 años, amenazaba a su compañero de cuarto con un extinguidor de incendios.
Cuando los oficiales se acercaron a López, apuñaló a dos de ellos con un cuchillo. Luego, los oficiales le dispararon a López y lo mataron.
López agredió previamente a un oficial en 2011 y fue sentenciado a dos años de prisión.
Un oficial sufrió heridas graves en la clavícula y la ingle, pero se espera que se recupere en el Hospital Universitario Stony Brook. El otro oficial fue apuñalado a través de su chaleco antibalas cerca de su corazón, pero fue dado de alta del hospital la semana pasada.
El comisionado de policía del condado de Suffolk, Rodney Harrison, calificó el incidente como un “tiroteo justificado.”
“Tienes a un individuo que se abalanza sobre los oficiales de policía, muy de cerca,” dijo Harrison afuera del hospital la semana pasada. “Realmente cometió el acto de apuñalar a los oficiales. No parece que los oficiales tuvieran otra acción que usar sus armas para detener la fuerza, para evitar que alguien más fuera apuñalado.”
James llevará a cabo una investigación para determinar si los oficiales actuaron correctamente.
De acuerdo con la ley estatal, la Oficina de Investigaciones Especiales debe “investigar y, si se justifica, enjuiciar cualquier presunto delito o delitos cometidos por una persona, esté o no en servicio formal, que sea oficial de policía… o agente del orden público… en relación con cualquier incidente en el que la muerte de una persona, ya sea bajo custodia o no, es causada por una acción u omisión.”
En 2022, la oficina informó de 22 tiroteos en los que participó la policía, que resultaron en la muerte de una persona. Solo seis de esos incidentes han sido investigados y cerrados, mientras que 16 continúan bajo investigación. Diecinueve personas asesinadas por policías estaban armadas mientras que tres estaban desarmadas. La mayoría de las personas asesinadas por la policía eran blancas. Otros ocho eran negros, cuatro hispanos y uno asiático. Dieciocho de estas muertes fueron de hombres y cuatro de mujeres.