Cuando estamos rotas, nos sentimos aterrorizadas porque la mayoría de las veces significa que nos enfrentamos a la soledad, independientemente del motivo: por una ruptura, una discusión con un familiar cercano o un amigo, por no estar de acuerdo con alguna situación…en todas esas situaciones, el miedo es el sentimiento que nos paraliza.
Esto es comprensible, en algunos momentos de nuestra vida tenemos la necesidad de estar acompañados y rescindimos nuestra tranquilidad e incluso nuestra felicidad con tal de no estar solos.
Y es que dejar la zona de confort no nos deja pensar en todas las cosas que podemos aprender: descubrir quién eres, hacer cosas nuevas, sentir la libertad que no esperabas.
Mientras tanto, es normal pasar por un período de transición y diferentes fases que son necesarias para recuperarte y volver a ser tú misma.
Ten cuidado porque si te quedas atrapada en una de estas etapas, puede traducirse en un gran bloqueo para tu vida y para lograr tus sueños.
¿Cuáles son las fases de una mujer rota?
- El accidente: !Éste es el principio de todo!, son los factores que llevan a la decisión de acabar con algo, una ruptura, una desilusión, un fracaso o una pérdida.
- Llegados a este punto, te negarás a aceptar la situación por la que estás pasando, te costará creer que ha pasado, te sentirás triste y quizás llorarás.
- El armado: Es la fase en la que intentamos encontrar soluciones e imponer un acuerdo para cambiar la situación.
- En esta etapa, es habitual actuar de forma más impulsiva, nos cuesta alcanzar los objetivos deseados.
- La reparación: En ese momento, aceptas tu situación, recuperas las fuerzas y ya no tienes tantos pensamientos negativos. Los recuerdos no hacen tanto daño como antes, y empiezas a hablar con naturalidad de lo que te ha llevado hasta allí.
- La revelación: Surge una sensación inesperada de alivio que nos permite evaluar los daños, nos reconstruimos desde cero, nos enfocamos para crecer y para conocer nuestro nivel más profundo.
- Vemos a través de los fragmentos rotos la aceptación de que no podemos vivir en el pasado, que todo ha cambiado para siempre y debemos re-ajustar nuestra vida.
- Sabemos quiénes somos y empezamos a reconstruir, intentando salvar las piezas rotas.
- La espera: Con el tiempo, nos retiramos del motivo que provocó que estemos rotas, aprendimos de nuestras emociones y con la aceptación comenzamos a reinvertir en nuestra vida.
- Cuando volvemos a la vida y la disfrutamos, podemos crear nuevas conexiones y relaciones significativas, manifestando abundancia.
¿Estás cansada y quieres un cambio en tu vida? Únete al reto de siete días: de rotas a restauradas, un proceso de transformación:
Este reto está pensado para que aprendas a amarte más, poniendo en práctica consejos muy sencillos para mejorar tu relación contigo misma.
¿Lista para un cambio definitivo en tu vida? ¡Aquí vamos!
El éxito no se consigue focalizándote solo en lo que no está bien, sino potenciando todos los recursos disponibles para ti.
Con este reto de 7 días aprenderás:
- Herramientas para priorizarte y aumentar tu autoestima.
- Aprendes a escucharte, reflexionar y autoconocerte para que te proyectes hacia el futuro que siempre has soñado.
- A lograr una meta, separarte y liberarte de creencias que te han limitado hasta ahora.
Desarrollarás tus habilidades, actitudes y aptitudes y ganarás:
- Capacidad para organizar y planificar tu tiempo
- Habilidades para comunicar
- Capacidad creativa
- Habilidad y capacidad para identificar, analizar y resolver problemas
- Capacidad y habilidad para tomar decisiones
Desde el momento en que decides enfocarte en ti, comienzas tu proceso de restauración y diseñas tu camino hacia la transformación.
Inscríbete al reto de 7 semanas haciendo click aquí o apuntando la cámara de tu celular en el siguiente código QR:
Nota del Editor: Cada domingo Alicia Saldierna nos traerá una nueva columna como parte de una serie de bienestar emocional que busca empoderar a la mujer mediante la educación a nivel de sentimientos— cómo reconocerlos, expresarlos, y cómo encararlos de manera que contribuyan a una mejor calidad de vida.