Dionicio Calderón, un hombre de 65 años de edad, fue sentenciado a una pena de 75 años a cadena perpetua, luego de que un jurado lo declarara culpable el mes pasado, de abrir fuego dentro de una tienda de delicatessen en Copiague y matar a dos hombres.
“Es difícil incluso comprender el terror que enfrentaron las víctimas en este caso cuando este acusado abrió fuego”, dijo el fiscal de distrito Raymond Tierney. “Esta es una sentencia justa por los crímenes que cometió, y ahora el acusado tendrá que vivir con las consecuencias de sus acciones despiadadas mientras está en prisión por el resto de su vida”.
La evidencia en el juicio estableció que poco después de las 6 de la tarde, del 12 de diciembre de 2020, Calderón entró en la tienda de delicatessen “La Vaquita” ubicada en el 2340 de Great Neck Road en Copiague. Después de beber un rato, y sin previo aviso, sacó una pistola de 9 mm y comenzó a disparar. Primero, disparó varias veces en la cabeza y el cuerpo a Manuel Cruz Hernández, un cliente de 47 años, luego apuntó con el arma a Bolívar Rodríguez, de 61 años, el dueño de la tienda y le disparó una vez en la cabeza. El hombre continuó disparando su arma e hirió a otros dos clientes, Daniel Acosta, de 40 años, quien recibió un disparo en el torso, y Juan Ávila Roque, de 30 años, quien recibió un disparo en el brazo izquierdo y el pecho. Hernández y Rodríguez murieron como resultado de sus heridas.
Acosta y Roque estuvieron hospitalizados durante aproximadamente dos semanas. Todo el incidente fue captado en un video de vigilancia de alta definición, dijo el fiscal.
Calderón fue detenido horas después cuando salía de su casa con dinero en efectivo, joyas y una maleta llena de ropa. Todavía llevaba la sudadera que tenía puesta durante el tiroteo, que posteriormente dio positivo por residuos de disparos.
Durante la ejecución de una orden de allanamiento, los agentes del orden recuperaron la pistola de 9 mm utilizada en el tiroteo, escondida en la propiedad de Calderón.
El fiscal dijo que en el juicio, Calderón subió al estrado para testificar y admitió haber disparado a varias personas dentro de la tienda de delicatessen, alegando que había sido amenazado. En el contrainterrogatorio, admitió que compró el arma ilegalmente en la calle y que nadie más en el deli tenía armas. Calderón también admitió que podría haber salido de la tienda, pero decidió no hacerlo.
El 9 de febrero de 2023, el acusado fue condenado después de un juicio con jurado ante la Jueza del Tribunal del Condado, Karen M. Wilutis, por los cargos de Asesinato en segundo grado, un delito grave de Clase A, Homicidio sin premeditación en segundo grado, un delito grave de Clase C, dos cargos de intento de asesinato en segundo grado, un delito grave violento de clase B, y posesión criminal de un arma en segundo grado, un delito grave violento de clase C.
Hoy la jueza Wilutis sentenció a Calderón a un total combinado de 75 años a cadena perpetua.