La región de Long Island se estrenó esta semana en la fase dos de la reapertura y aunque los números siguen moviéndose en dirección positiva, el panorama podría cambiar si la gente no cumple rigurosamente las disposiciones de distancia social y protección, según informó esta mañana el gobernador Andrew Cuomo.
Nueva York ha recibido en los últimos días, 25 mil denuncias de violaciones a las leyes vigentes, en las que se reporta aglomeraciones de gente, incumplimiento de la distancia social, personas sin tapabocas en lugares públicos, entre otras anomalías. Las denuncias se registran principalmente en bares y restaurantes de todo el estado. Los Hamptons y Manhattan lideran la lista de regiones infractoras.
“Este es un momento en la historia que nunca habíamos vivido antes. Piensen ustedes en cuán preocupados pueden estar los neoyorquinos para no solamente ver la violación, sino escribir una carta o hacer una llamada para registrar la violación”, dijo el gobernador.
El mandatario regional le recordó a la comunidad que los negocios que están permitiendo grandes concentraciones de gente, sin que se cumpla con los mandatos de distancia social y protección, están violando la ley y podrían perder las licencias de licor y acarrear multas. El gobernador hizo además un llamado estricto a los mandatarios locales para que vigilen sus zonas y garanticen el cumplimiento de las normas. Cuomo les advirtió que fallar en estas medidas, puede ocasionar cierres.
“No vamos a volver a los días oscuros porque los gobernantes locales no están haciendo su trabajo o porque unos pocos individuos están explotando la situación”, añadió.
El llamado de atención no fue únicamente para propietarios de establecimientos y funcionarios públicos, sino para los ciudadanos en general, a quienes les recordó que hay una orden ejecutiva vigente que obliga a llevar máscaras de protección o tapabocas en lugares públicos. El mandatario puso especial hincapié en los manifestantes que están participando en las protestas contra el abuso policial y los miembros de la fuerza pública a quienes les recordó que para ellos también es obligatorio llevar máscaras faciales.
A los jóvenes les dijo que llevarla en la barbilla o el mentón no sirve de nada y también es violación de la norma.
El estado de Nueva York nunca había recibido un número de quejas tan alto, en un período tan corto.
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