Un incendio estructural consumió en la mañana del jueves, una residencia de Hampton Bays, dejando a tres personas damnificadas, una de ellas con quemaduras de segundo grado.
De acuerdo con el relato de Christian Rodríguez, uno de los ocupantes de la vivienda, ubicada en el 99 de Springville Road, hacia las 9 de la mañana él y su esposa vieron a través de la ventana una especie de resplandor que llamó su atención y posteriormente escucharon ruidos extraños como si se tratara de “chispas”. Rápidamente se percataron de que las plantas que estaban sembradas en macetas, fuera de su vivienda, ardían en llamas y en segundos, sin que ellos se explicaran cómo, el fuego se fue apoderando del lugar, en medio del desconcierto y el pánico de los ocupantes.
“Mi esposa abrió la puerta y el fuego que venía de unas matas empezó a crecer”, dice. “El fuego estaba pequeñito primero, era una cosita normal, pero mientras entraba a coger agua, alcance a ir dos veces, y a la tercera vez ya no podía abrir la puerta porque el fuego estaba chocando contra la casa”.
Christian y su esposa Carol Welcome cuentan que el incendio avanzaba con tal furia, que no tuvieron más opción que salir de la edificación para ponerse a salvo. Se fueron sin zapatos, con la ropa que llevaban puesta y nada más.
“Por dicha moví el carro mío porque ya se iba a empezar a quemar. Eso fue algo rapidísimo, apenas me dio tiempo de sacar el carro del driveway e irnos como dos tres casas al lado y no llegaban los bomberos y no llegaban y no llegaban”, relata Christian. “Estaba muy nervioso y no podía ni hablar, yo quería entrar y coger mis documentos al menos, mi billetera o el computador, pero en esas llegó un rescatista, entró y me dijo tiene que salir inmediatamente”.
En su intento por salvar algo de lo que el fuego les estaba arrebatando, Cristian sufrió quemaduras de segundo grado en un brazo y otras más leves en el rostro, heridas de las que solo se percató después de que el fuego fuera extinguido.
Cristian Rodriguez fue atendido en el hospital de Riverhead y ahora necesitará tratamiento con un especialista en quemaduras. Foto: cortesía
“En la adrenalina, yo no me daba cuenta, en alguno de esos momentos que abría la puerta para echar agua, seguro me quemé pero yo no me daba cuenta”, dice. “Fui al hospital de Riverhead y me dijeron que tengo que ir a un especialista en personas quemadas y ahí fue que vi que la cara también se quemó un poco”.
El incendio del que por ahora se desconocen las causas, se produjo en el día más ventoso que ha vivido esta temporada invernal en nuestra área. Una alerta de ráfagas de hasta 50 millas por hora estuvo vigente en la región hasta las 10 de la noche del jueves, lo que hizo que las llamas se avivaran con más intensidad y rapidez y también complicó la labor de los bomberos.
Milagrosamente la conflagración no alcanzó la casa principal a la que pertenecía el apartamento que ardió en llamas y tampoco se propagó a las edificaciones vecinas. Pero del espacio en el que Christian vivía con su esposa y su mejor amigo, no quedó absolutamente nada. Todo quedó reducido a cenizas.
“En la tarde regresé con la esperanza de que no fuera tan malo, pero no, definitivamente perdida total”, asegura Christian.
Christian, Carol y su compañero de vivienda Thomas Boden Rosante, se quedaron literalmente en la calle y hoy necesitan de la ayuda de todos. En primera instancia requieren con urgencia algo de dinero para afrontar todo lo que se viene, artículos de aseo, algunos víveres y ropa. Se solicitan zapatos de hombre talla 9.5, camisas talla L y pantalones talla 34. Se requieren zapatos de mujer talla 9.5, pantalones de mujer talla 8 y blusas talla M. Por supuesto que la ropa de invierno será muy apreciada en estos momentos de frío intenso.
“Me da pena decir pero cuando pasa algo así uno se queda sin nada. Salí en medias, una sudadera y una camiseta”, dice Christian, un pintor de profesión, que desde hace un mes estallaba sin trabajo. “Necesitamos gasolina para poder movilizarme a las citas médicas y para conseguir un trabajo”.
Los damnificados también necesitan ayuda consiguiendo un nuevo espacio donde vivir, porque por el momento están en casa de una buena amiga que los acogió desde el momento en que se conoció la tragedia. Una vez solucionen ese aspecto, van a necesitar todo lo que se requiere para dotar una casa: Muebles, electrodomésticos, ropa de cama, toallas, etc.
Los aportes en dinero, por ahora, pueden hacerse a través de Zelle al celular 631 660 6976. Los donativos en especie pueden coordinarse directamente con Christian Rodríguez en el mismo número: 631 660 6976.
