El municipio de East Hampton emitió esta tarde un comunicado para entregar un balance sobre las inspecciones de seguridad que se realizaron durante el feriado del 4 de Julio, con el fin de constatar que se estuvieran cumpliendo en restaurantes y establecimientos nocturnos, las disposiciones que están vigentes en todo el estado, debido al COVID-19.
De acuerdo con el reporte del supervisor Peter Van Scoyoc, los operativos dejaron como resultado el arresto de los propietarios de dos establecimientos de Montauk y el gerente de un tercer establecimiento, acusados de cargos menores relacionados a presuntas violaciones de la normatividad de la Autoridad Estatal de Licores.
Según el reporte, un oficial de policía, un jefe de bomberos y un sargento de policía, visitaron varios negocios, para verificar el cumplimiento de las restricciones impuestas a los restaurantes y bares, bajo el plan de reapertura.
Long Island se encuentra actualmente en la fase tres de la reapertura económica, lo que implica que las reuniones privadas se limitan a 25 personas o menos, los restaurantes no pueden tener más del 50% de su ocupación y se permite servir alcohol como complemento de las comidas y únicamente en restaurantes que tengan un plan de distancia social al interior del establecimiento.
Ante la violación de algunas de estas normas, se impusieron varios cargos por delitos menores contra Richard Gibbs, el dueño de Rick’s Crabby Cowboy Cafe, Vincenzo Lentini, dueño de Ruschmeyer’s y Jeffrey Capri, el gerente de Nick’s on the Beach, por inadecuado almacenamiento de licor y por falta de señalización sobre el COVID-19.
Sin embargo el reporte del municipio de East Hampton dice que los oficiales de policía documentaron numerosas violaciones adicionales en los tres establecimientos, incluidas algunas relacionadas con las normas de salud y seguridad de COVID-19 y que las pruebas serán remitidas a la Autoridad Estatal de Licores. En algunos videos se aprecia la presencia de multitudes en varios establecimientos, violando abiertamente los protocolos de seguridad.
La Autoridad Estatal de Licores, tiene la potestad de revocar las licencias de licor de las empresas que no operan dentro de las regulaciones y el gobernador Cuomo puede revertir la reapertura gradual y cerrar restaurantes y bares, si se considera necesario para evitar la propagación de COVID-19, recalca el reporte.
“Si bien la gran mayoría de las empresas operan de manera segura y respetan la amenaza potencial de COVID-19, no podemos permitir que algunas operen de manera que amenacen la salud pública y la continuidad de la reapertura”, dijo el Supervisor Van Scoyoc.
“Le pediré a la Autoridad Estatal de Licores que suspenda la licencia de cualquier negocio que infrinja abierta y repetidamente las normas de seguridad de COVID-19. No podemos permitirnos cerrar negocios responsables debido a operadores irresponsables “.
El comunicado del municipio dice también que el equipo de verificación encontró que la gran mayoría de los restaurantes y establecimientos están cumpliendo con las normas de distancia social, manejo de alcohol y con las disposiciones para el servicio de comida al interior de los restaurantes.
Aún así el jefe de policía de East Hampton, Michael Sarlo, informó que la policía de esta localidad respondió a 107 llamadas entre las 6 p.m del 4 de julio y las 6 a.m. del 5 de julio, en las que se reportaba alguna anomalía o violación a las normas especiales decretadas por el COVID.
Foto: Restaurante Rick’s Crabby Cowboy – Archivo 2018