Con las acciones de ICE en diferentes partes del país, y las deportaciones en marcha, el pánico se ha apoderado de las comunidades inmigrantes locales. La gente tiene miedo de llamar a las ambulancias, denunciar crímenes e incluso solicitar asistencia en los hospitales, por temor a ser arrestados o deportados. La situación encendió las alarmas de las autoridades de la villa de East Hampton, quienes preocupadas por las posibles consecuencias del miedo, decidieron tomar acción. El alcalde Jerry Larsen ofreció en la noche del martes una conferencia de prensa con la intención de tranquilizar a sus residentes.
“Mucho miedo se ha desarrollado en nuestra comunidad por las nuevas políticas del gobierno federal”, dijo el alcalde Larsen, ante una nutrida audiencia, conformada tanto por latinos, como por miembros de la comunidad anglosajona, reunidos en el edificio de emergencias de la localidad. “El mensaje más importante que quiero transmitirle a todo el mundo es que la policía local, no es policía de inmigración”.
El alcalde Larsen dijo que hablaba no solo como máxima autoridad de la villa de East Hampton, sino también en calidad de presidente de la asociación de alcaldes del East End, que reúne además a Amagansett, Wainscott, Springs, Sag Harbor, Southampton, Water Mill y Shelter Island. En todos estos lugares la preocupación es la misma: que la gente ponga en riesgo la seguridad pública, por el temor a las anunciadas acciones federales.
“Todos estamos en la misma página”, dijo el alcalde. “Ustedes necesitan reportar crímenes a la policía local, ustedes necesitan sentirse tranquilos de que si son parados por un policía local, ellos no están interesados en su estatus migratorio”.
“No queremos caos en nuestra comunidad. Queremos que nuestra gente esté calmada. Las políticas de las policías locales no han cambiado en nada”, añadió el alcalde.
Con un discurso similar, el alcalde de Sag Harbor, Thomas Gardella, quien también participó de la reunión, enfatizó en que la prioridad de los administradores locales y de las policías, es que la comunidad se sienta protegida y no amenazada.
“Nosotros no somos inmigración, no es lo que hacemos. Nosotros estamos aquí para proteger y servir a la comunidad”, dijo el alcalde Gardella.
Tras escuchar a las autoridades, los participantes aprovecharon para hacer preguntas puntuales, de esas que se escuchan por estos días en la calle y que sin una respuesta concreta, contribuyen al miedo. Johanna Sánchez, una abogada de inmigración local, quien dijo no estar en la reunión como profesional, sino como una madre de la comunidad que está preocupada por el miedo generalizado, aprovechó la presencia del superintendente del Distrito Escolar de East Hampton, Adam Fine, para preguntarle abiertamente que haría si oficiales de ICE intentan ingresar a la escuela.
“Yo le pregunte, que van a hacer si es que ICE llega al instituto, van a dejar que entre? El nos dijo que no, que no van a dejar que entre a su propiedad, que van a pedir primero sus identificaciones, después van a verificar si tienen una orden firmada por un juez y esa orden va a ser revisada por los abogados de la escuela”, relató la abogada Sánchez. “El ha dicho que van a poner personal de seguridad para sacarlos, si es que ellos no tienen una orden firmada por un juez, lo cual nos hace sentir seguros. También nos confirmaron que al menos en la escuela de East Hampton no están chequeando si uno es residente o no, si tiene papeles o no, simplemente quieren pruebas de que uno viva acá y pueda asistir a la escuela”.

La abogada Johanna Sánchez, cuestiona al Superintendente del distrito escolar de East Hampton, sobre la eventual respuesta de la escuela en caso de que llegue ICE.
Según la concejal Sandra Meléndez, quien también tomó parte en la reunión, no solo como abogada de inmigración, sino como concejal latina, la angustia que se vive por estos días radica en gran medida, en los rumores que se han regado como plaga, en toda la región.
“Hay mucho rumor de que cosas están pasando y el rumor lo que hace es poner más miedo. Todo el mundo está en alerta roja”, dijo la concejal Meléndez. “Nuestro miedo más grande es que si pasa un crimen, y yo soy víctima, por el miedo de que me van a detener o va a pasar algo con inmigración, no voy a reportar ese crimen, entonces el que cometió el crimen se queda por ahí haciendo más crímenes, mientras que yo que soy una víctima no busco ayuda. Necesitamos que tengan confianza en la policía y en los servicios de la comunidad, que sepan que son accesibles y que no van a tener repercusiones con inmigración”.
Una de las asistentes a la reunión informativa preguntó si la policía local tiene conocimiento de operativos o acciones de ICE en la región, a lo cual el comandante de la policía de East Hampton Village, Jeffrey Erickson, respondió con un no rotundo.
“No hemos tenido ninguna solicitud por parte de las agencias federales. No hemos tenido detenidos de inmigración”, dijo el comandante Erickson. “Pero asumimos que vendrán”.
La concejal Meléndez repartió volantes en español y en inglés, con los derechos que asisten a nuestra gente, en caso de que sea abordada por oficiales de ICE. Las autoridades pidieron a los asistentes a las reunión que sean multiplicadores, no solo de los derechos y recursos con los que cuenta, sino también de un mensaje de calma, para afrontar los meses venideros con objetividad. Sin caer en pánico, sin regar rumores y sin renunciar a los beneficios a los que tienen derecho todos independientemente de su estatus migratorio.
“Hay mucho miedo allá afuera, las personas están con mucha preocupación, pero debemos mantener la calma. Y lo que escuchamos hoy nos tranquiliza, porque las autoridades están para ayudarnos y protegernos”, dijo Beatriz Rivas, residente de East Hampton.

Varios miembros de la comunidad participaron de la reunión informativa, el martes 4 de febrero en el edificio de emergencias de la villa de East Hampton.