A la reunión municipal de Southampton, convocada para este miércoles a la una de la tarde, en la sede del ayuntamiento, llegaron unos 40 miembros de la comunidad local, con la misión de elevar sus voces en defensa de aquellos que fueron arrestados en los operativos de ICE registrados la semana pasada en Hampton Bays y Westhampton. Abogaron por los derechos de quienes hoy no pueden defenderse y por una comunidad que tras el impacto causado por las acciones de los agentes federales, se siente aterrorizada, atacada, presa de la zozobra y la incertidumbre.
Uno a uno fueron pasando los 20 oradores de la tarde, quienes se habían inscrito previamente para hacer uso de la palabra. Líderes comunitarios, representantes de organizaciones locales y ciudadanos del común, trataban de resumir en 3 minutos (el espacio asignado para cada persona), el horror que vive la comunidad inmigrante local desde el pasado miércoles, cuando al menos 10 personas fueron arrestadas en una ofensiva de las autoridades federales en establecimientos de la región.
Leah Oppenheimer, una trabajadora social de Sag Harbor y educadora en el Children’s Museum of the East End en Bridgehampton, decidió hablar de los niños, los hijos de los inmigrantes indocumentados, la mayoría de los cuales, según dijo, son ciudadanos estadounidenses, a quienes hoy los aqueja la angustia de manera desproporcionada.
“Recuerdo que entré a mi clase de escritura, impartida por Mary Ann Callen y nos sentamos con los adolescentes de su clase. Les pregunté: “¿Qué es lo más difícil de estar aquí ahora mismo?”. Todos son ciudadanos. Estos chicos, todos son estudiantes excelentes. Todos irán a universidades muy buenas. Los chicos, sin excepción, dijeron que es porque se preocupan por sus familias todo el día. No saben si estarán en casa cuando lleguen”.
Algunos de los que estaban en el recinto presenciaron los operativos del 5 de noviembre en Hampton Bays y Westhampton y narraron en detalle lo que parecían extractos de una película.
Laurie Warner, una residente de Hampton Bays desde hace 53 años, iba camino a participar en la jornada de Conversation Café de OLA, cuando le dijeron que el evento había sido cancelado porque ICE estaba en la zona. Llegó en compañía de su hermana hasta los bomberos de Hampton Bays y terminó horrorizada, dijo.
“Yo estaba en shock, literalmente en shock y lo digo alto y claro”, dijo Warner. “Entramos y contamos ocho vehículos y venían muchos más. Nosotros estábamos ahí, no más lejos de donde están ustedes y vimos que sacaban chalecos antibalas y armas enormes, eran gigantescas. Yo estaba temblando. Y decía ‘madre mía no lo puedo creer esto está pasando en mi pueblo’”.
Vanessa Rojano, miembro de OLA Of Eastern Long Island, leyó una declaración de la directora ejecutiva de la organización, Minerva Pérez, quien no pudo estar presente.
“Durante los 23 años de existencia de OLA, hemos trabajado en estrecha colaboración con las fuerzas del orden cuando las víctimas de delitos o los testigos necesitaban apoyo para denunciarlos. Hemos visto la rápida actuación de las fuerzas del orden cuando saben dónde está el delincuente. Ellos se han encargado de mantener la seguridad de Southampton. No podemos permitirnos defraudar esa confianza”, dijo Pérez. “La idea de que otra agencia, sin respetar la estructura de nuestro pueblo, pueda llevarse a miembros de nuestra comunidad sin reporte ni consecuencias es inaceptable. No basta con escuchar la frase “no hay mucho que podamos hacer”. Necesitamos saber qué pueden hacer para cumplir su compromiso con la seguridad pública. Si pueden averiguar quiénes fueron detenidos con antecedentes penales, también deberían poder averiguar quiénes fueron detenidos sin ningún antecedente penal”.
Brigid Maher, residente de Hampton Bays, dijo que la presencia de agentes enmascarados en nuestros pueblos representa un oscuro capítulo en la historia de nuestra región.
¿Recuerdan cuando pensábamos que el 9-11 o una pandemia no podían ocurrir? Ahora tenemos agentes federales en masa. Algunos los llaman matones. Una Gestapo de Augusta, como en nuestras calles, deteniendo gente. ¿Pensaban que esto iba a pasar ahora, en este momento? No. O en Chicago, un bebé de un año fue rociado con gas pimienta en la cara por un agente de ICE. No estoy hablando de inmigración. Estoy hablando de tácticas y humanidad. Como seres humanos, todos nos sentimos impotentes, pero no hacer nada no es una opción.
Maher Aprovechó su intervención para invitar a la comunidad a participar en una nueva manifestación en frente de los bomberos de Westhampton, el viernes a partir de las 8:30 de la mañana, una convocatoria similar a la que se realizó la semana pasado en los bomberos de Hampton Bays. A lo que la concejal Cyndi McNamara reaccionó de inmediato, defendiendo la posición de los bomberos y abogando para que no se proteste cerca de sus instalaciones.
“Lo que quieran hacer, solo les pediría que no lo hagan en las estaciones de bomberos locales, porque ellos están ahí para defender a la comunidad. No preguntan por el estatus migratorio de nadie y solo quieren que todos sepan que no tuvieron absolutamente nada que ver con eso, y les molestó mucho sentir que estaban protestando contra ellos”. dijo la concejal.
Los oradores siguieron pasando al frente para hablar de la situación desde sus propias perspectivas: Algunos como testigos de lo que se vivió la semana pasada, otros afectados por el clima que dejaron las acciones de los agentes federales. Pero en esencia, todos pidiendo lo mismo, que ICE se aleje de la zona.
“Tenemos hombres enmascarados llevándose a miembros pacíficos de nuestra comunidad sin órdenes judiciales, sin el debido proceso. Esto no es propio de Estados Unidos”, dijo Steve Abramson, residente de Water Mill. “Los agentes de ICE afirman estar persiguiendo a criminales peligrosos, a lo peor de lo peor, según dicen. Pero el público presencia muchos abusos: agentes enmascarados que detienen a personas que no están cometiendo ningún delito evidente, madres que llevan a sus hijos a la escuela, jardineros que regresan del trabajo, familias en los pasillos, juzgados… ni siquiera deberíamos aceptar que hombres enmascarados realicen arrestos en Southampton; nuestros orgullosos agentes de policía llevan sus nombres y números de placa en sus uniformes”.
“Somos un país de inmigrantes; basta con ver quiénes están en la junta directiva y entre el público”, dijo John McAuliff, residente de Riverhead, pero con una larga historia familiar en Southampton. “Mi familia irlandesa llegó justo antes de la hambruna. Tras la hambruna de finales del siglo XIX, no existía la figura del inmigrante ilegal o indocumentado. Uno desembarcaba y la única pregunta era si tenía tuberculosis u otra enfermedad contagiosa”, añadió, pidiendo una aproximación realista a la crisis de inmigración del país y una reforma migratoria que legalice a quienes desempeñan trabajos esenciales en el país.
“Estoy aquí hoy porque nuestra comunidad está siendo atacada. Las personas que están siendo atacadas no son delincuentes. Son nuestros vecinos, madres y padres trabajadores que crían a sus hijos junto a los nuestros. Sus hijos solo conocen nuestro pequeño pueblo, su hogar”, dijo Yessenia Quichen, residente de Sag Harbor. “Los verdaderos agentes del orden público juran servir y proteger, construir seguridad a través de la confianza, no del terror. ICE ha roto esa confianza al actuar sin rendir cuentas, al ignorar el debido proceso y deshumanizar a nuestros vecinos, erosionando así los cimientos de seguridad de los que depende el verdadero trabajo policial. Prueba de ello es la ausencia de presidentes latinos en esta sala. No sabemos en quién confiar”.
“Durante esos días, ayudé a coordinar a voluntarios que intentaban proteger y apoyar a nuestras familias trabajadoras. Sentíamos frustración: frustración por no poder detener lo que sucedía y una profunda decepción al ver que el departamento de bomberos local parecía colaborar permitiendo que los agentes de ICE se estacionaran allí y coordinaran sus acciones. Para muchos de nosotros, eso se sintió como una traición, una burla a lo que se supone que significa el servicio comunitario”, dijo Alma Tovar, defensora comunitaria de OLA Of Eastern Long Island. Hoy pido claridad. Necesitamos saber qué papel desempeñaron nuestras autoridades locales y qué papel desempeñarán o no desempeñarán en el futuro en operaciones como esta. No queremos medias verdades ni declaraciones vacías. Merecemos transparencia, justicia y respeto.
La supervisora de Southampton, María Moore, dijo que entiende la preocupación y la ansiedad que existe debido a la reciente actividad de ICE en su municipalidad. Reiteró que la policía local no colabora, ni colaborará con las acciones de la agencia federal en el área.
“Lo más difícil es que no recibimos información clara y precisa. El jefe Kiernan nos informó que ICE no notifica al departamento de policía antes de venir. No sabemos cuándo vendrán, pero si solicitaran nuestra ayuda, no la brindaríamos a menos que nos presentaran una orden judicial firmada”, dijo.
“Sin duda, desearía que hubiera mayor cooperación por parte de las autoridades federales, y planeo, tal vez con el apoyo de la junta, enviar una carta a nuestros representantes federales, el senador Schumer y el congresista LaLota, para solicitarles que nos proporcionen más información sobre qué hacer cuando ocurran este tipo de incidentes, para que no estemos a ciegas”, añadió la supervisora. “Las familias que viven y trabajan aquí son parte integral de nuestras escuelas, nuestra economía y nuestros barrios, y nuestra comunidad es más segura y fuerte cuando la gente se siente lo suficientemente segura como para ir a trabajar, enviar a sus hijos a la escuela y buscar ayuda cuando la necesita”.
Por su parte el concejal Michael Iasilli dijo que si el municipio de Southampton va a enviar una carta a los legisladores federales, la misiva debe averiguar, sin disculpa alguna, por las razones que motivaron la detención de los miembros de nuestra comunidad.
“En aras de un gobierno responsable y transparente, creo que es nuestra obligación averiguar por qué se está arrestando a estas personas, porque no lo sabemos y eso representa un problema de transparencia básica”, dijo Iasilli.
Los asistentes pidieron acción de los funcionarios locales, estatales y federales e invitaron a la comunidad a que siga tomando parte en las acciones ciudadanas como ésta, o como la manifestación de Hampton Bays, la semana pasada y la que se ha programado para mañana en Westhampton. Claman porque la lucha no se detenga hasta que sus peticiones sean escuchadas y sus preguntas obtengan respuesta.
