Después de cinco meses en pausa, las boleras del estado de Nueva York podrán reabrir sus puertas al público con un esquema de prevención. La nueva normalidad para estos establecimientos de diversión, implica operar con un límite máximo de ocupación del 50% y garantizar que los asistentes lleven máscaras de protección facial en todo momento. El anuncio fue hecho esta mañana por el gobernador Andrew Cuomo, quien dio a conocer otras condiciones para este tipo de negocios:
- Los asistentes deben permanecer socialmente distanciados
- La mitad de los carriles estarán cerrados para garantizar el espacio de la distancia social
- Los clientes deben permanecer en su carril asignado
- Se requerirá limpieza y desinfección entre cada uso
- No se permitirá el servicio de alimentos y bebidas
El gobernador también anunció que los museos de la ciudad de Nueva York y otras instituciones culturales de bajo riesgo, podrán reabrir a partir del lunes 24 de agosto. El visto bueno incluye museos, acuarios y otras artes culturales desarrolladas en espacios interiores y con una capacidad máxima del 25% de ocupación.
“Esta pandemia está lejos de terminar, pero hemos establecido que las instituciones pueden reabrir si se adhieren a las estrictas directrices estatales y toman todas las precauciones para mantener seguros a los visitantes, y espero verlos inspirar a los neoyorquinos una vez más. Estoy feliz de informar también que podremos abrir pistas de bolos en todo el estado con estrictos protocolos de seguridad, proporcionando un nivel de diversión y recreación en un momento en que los neoyorquinos realmente lo necesitan”, dijo el mandatario.
Los que si continúan esperando, al menos unos días más, son los gimnasios de todo el estado. El gobernador dijo que una guía de reapertura para este tipo de negocios, será dada a conocer el próximo el lunes. Los gimnasios constituyen sin duda, uno de los sectores más golpeados por la pandemia, luego de casi medio año de parálisis, en los que muchos de ellos han tenido que cerrar de manera definitiva. Una coalición que agremia a unos 2 mil propietarios de gimnasios de todo el estado, incluyendo varios de nuestra área, instauró una demanda colectiva en contra del gobernador, por haberlos excluido de la orden de reapertura en Fase 4, como estaba previsto desde el momento en que se anunció la reapertura de la economía por etapas.
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