De acuerdo con el reporte del estado, entregado en la tarde de hoy, el 18 de noviembre pasado, oficiales de policía del municipio de East Hampton vestidos de civil, ingresaron a “Best Pizza and Drive Bar” un restaurante ubicado en el 2095 de Montauk Highway. En el interior de este lugar encontraron al rededor de 20 personas sentadas y paradas cerca del bar, mezclándose entre sí, haciendo caso omiso de los protocolos de distancia social y sin llevar tapabocas.
Los oficiales pidieron que les sirvieran bebidas alcohólicas, sin necesidad de comprar ningún tipo de comida, lo cual está prohibido en el estado de Nueva York y, de acuerdo con el reporte, los meseros procedieron a servirles lo que los oficiales pedían. El informe dice además que el personal del establecimiento se removía con frecuencia sus máscaras de protección facial al momento de hablar con los clientes. Como consecuencia de estas acciones y de las violaciones a las normas creadas por el estado para mitigar el virus, la Autoridad del Licor le suspendió la licencia al restaurante.
Otro episodio violatorio se vivió el 4 de noviembre, en el restaurante “Buen Ambiente” que está ubicado en la Main Street de Patchogue, a donde oficiales de la policía del condado de Suffolk acudieron para responder a un llamado de emergencia que indicaba que había habido disparos con arma de fuego en las instalaciones. El reporte explica que de acuerdo con videos obtenidos por los oficiales durante la investigación, se pudo establecer que el lugar estaba ofreciendo ese día, un evento grande con más de 50 asistentes, que se encontraban departiendo, hombro con hombro, bailando, consumiendo bebidas alcohólicas y fumando hookah, mientras dos bailarinas exóticas se presentaban como atracción central.
El reporte del estado indica que hacia la 1:30 de la mañana, se formó una pelea en la mitad del establecimiento, en la que los clientes se tiraban sillas mientras salían del lugar. Según el informe policial, uno de los clientes regresó armado al establecimiento e hirió a dos personas, quienes tuvieron que ser trasladados a un hospital local. Como consecuencia de este incidente y de las múltiples violaciones a las normas vigentes, el establecimiento perdió por ahora, la licencia de licor.
El restaurante “Rockwell’s Bar and Grill” de Smithtown y “Station Pub” de Sayville, también hacen parte de la lista de establecimientos del condado de Suffolk que perdieron la licencia por violaciones a los protocolos de seguridad y las medidas COVID.
En total de acuerdo con el reporte entregado hoy por la Autoridad Estatal del Licor, se le suspendió la licencia a 36 establecimientos por razones similares, entre ellos siete lugares que estaban operando ilegalmente en las zonas demarcadas como “micro-clústers”.
“Desafortunadamente algunos establecimientos han continuado ignorando las reglas, poniendo a sus clientes, así como su comunidad, en riesgo “, dijo el gobernador Cuomo. “Si bajamos la guardia e ignoramos las reglas básicas de salud pública, este invierno podría ser uno de los períodos más oscuros de esta pandemia y simplemente no podemos permitir que eso suceda. Sabemos que la vacuna está en camino, sabemos que hay luz en el final del túnel, pero si nos dejamos llevar y nos volvemos indisciplinados, nos llevará aún más tiempo llegar allí “.
En lo que va corrido de la pandemia se han suspendido 279 licencias de licor en diferentes establecimientos del estado y se han presentado 1.867 cargos contra bares y restaurantes por violar las reglas destinadas a detener la propagación y mantener seguros a los neoyorquinos.
Las empresas que violen las regulaciones COVID-19 enfrentan multas de hasta de 10,000 dólares, mientras que las violaciones atroces pueden resultar en la suspensión inmediata de la licencia de licor de un bar o restaurante, dice el comunicado estatal.
“A medida que avanzamos hacia el clima más frío y nos vemos obligados a permanecer en el interior, es imperativo que las empresas cumplan con las normas en todo el estado. Los neoyorquinos deben continuar usando máscaras, practicando el distanciamiento social y siguiendo los protocolos que salvan vidas “, dijo Vincent Bradley, presidente de la Autoridad Estatal de Bebidas Alcohólicas.