Mientras avanza la lucha contra el covid-19 en su segunda arremetida, el estado concentra sus energías en lo que será el programa de vacunación, ahora que la vacuna se vislumbra como una realidad inmediata. El primer cargamento de dosis estaría arribando a la región tan pronto como este fin de semana, según informó el gobernador Andrew Cuomo, durante una conferencia de prensa, en la mañana de hoy.
El mandatario dijo que la Administración de Drogas y Alimentos, FDA, tiene previsto aprobar la vacuna de Pfizer mañana y que una vez eso suceda, el panel independiente creado por el estado para revisar la vacuna y darle tranquilidad a los más escépticos, trabajará a marchas forzadas, con el fin de darle el visto bueno, casi que de forma simultánea. Si todo sale como está planeado y la FDA aprueba la vacuna, un primer cargamento de 6 millones de dosis estaría disponible para ser distribuido a lo largo y ancho de la Unión Americana.
“La mitad serán entregadas inmediatamente, la otra mitad serán guardadas para la segunda dosis de aquellos individuos que recibieron la primera dosis. Recuerde cada persona que reciba esta vacuna tiene que recibir dos dosis. Entonces ellos enviarán la primera vacuna y luego, 21 días después, mandarán el monto apropiado para vacunar a quienes recibieron la primera”. dijo el gobernador.
Dentro de esa primera distribución, basada en la población de cada estado, a Nueva York le corresponderán 170 mil vacunas. Si se reciben este fin de semana, la distribución empezaría en las semanas siguientes.
El gobernador dijo que la vacuna requiere unas condiciones de temperatura y almacenamiento muy precisas, que no cualquier dependencia o cualquier hospital puede cumplir. Por eso el estado ha identificado 90 lugares al rededor de toda la región, que tienen las características necesarias y harán las veces de Centros de Distribución Regional.
De acuerdo con las prioridades del estado, las 170 mil vacunas iniciales serán distribuidas entre los residentes de los hogares de ancianos, los trabajadores de este tipo de establecimientos y los trabajadores de alto riesgo que están en los hospitales (el estado tiene aproximadamente 700 mil trabajadores de la salud).
“Tenemos reglas establecidas que enviaremos a los hospitales, acerca de quién es considerado un trabajador de la salud de alto riesgo y luego los hospitales seleccionarán los individuos que tendrán las primeras vacunas basados en esas guías”. dijo Cuomo.
En el plan de distribución de ese primer envío, la región de Long Island recibiría al rededor de 26.500 vacunas. El número se ha calculado con base en la población de las residencias de ancianos y el personal médico que se vería beneficiado de ese primer despacho.
En el orden de prioridades, después de cubrir a los trabajadores de la salud que estén en alto riesgo, las vacunas que sigan llegando se distribuirán entre los otros trabajadores de la salud, los trabajadores de emergencias y los demás trabajadores esenciales. Posteriormente empezaría la distribución entre la población en general. Los cálculos de los expertos indican que la distribución masiva podría darse en el verano del 2021.
El gobernador hizo énfasis nuevamente en la importancia de que la distribución se realice de manera equitativa, cubriendo todos los sectores de la población y dijo que Nueva York tomará el liderazgo para garantizar que así sea. Dijo que las gestiones que se han hecho para evitar que la información personal de quienes sean vacunados, se utilice para otros fines o se comparta con otras agencias, ha empezado a dar resultados, puesto que los CDC ya recomendaron que no se recolecte información personal, que pueda cohibir a ciertos grupos como los indocumentados.
“Si los indocumentados no se vacunan, se pone en peligro su salud y se compromete el éxito de todo el programa” dijo el mandatario.
El mandatario dijo también que el estado pondrá en marcha una campaña de educación y motivación, para convencer a quienes no están seguros de aplicarse la vacuna. De acuerdo con algunos expertos en el tema de la salud, para poder acorralar al virus y dejarlo sin tener a dónde ir, se requiere que entre el 75 y el 80% de la población, esté vacunada, pero encuestas recientes sugieren, según el gobernador, que el 50% de los neoyorquinos no se haría vacunar.