Tres nuevas órdenes ejecutivas firmadas ayer por el presidente Biden, se suman a la extensa lista de disposiciones firmadas por el mandatario en las escasas tres semanas que lleva en el poder. Las nuevas medidas van encaminadas, según dijo, a fortalecer el sistema de inmigración de los Estados Unidos “basándome en las acciones ejecutivas que tomé el primer día para proteger a los DREAMers y la prohibición musulmana, y para administrar mejor nuestras fronteras”.
La primera orden ejecutiva crea una Fuerza de Tarea que trabajará exclusivamente en reunificar a más de 600 niños que fueron separados de sus padres en la frontera, entre enero del 2017 y enero del 2021, y han estado en centros de custodia, alejados de sus seres queridos.
“Vamos a trabajar para deshacer la vergüenza moral y nacional de la administración anterior que literalmente, no figurativamente, arrancó a los niños de los brazos de sus familias, sus madres y padres en la frontera, y sin plan ninguno en absoluto, para reunificar a los niños que aún están bajo custodia con sus padres”, dijo el presidente Biden.
El presidente explicó a través de su secretaria de prensa que el gobierno encontrará a los pequeños y estudiará cada uno de sus casos de manera individual, para determinar si pueden permanecer en el país.
“Mi Administración condena la tragedia humana que ocurrió cuando nuestras leyes de inmigración se utilizaron para separar intencionalmente a los niños de sus padres o tutores legales (familias), incluso mediante el uso de la Política de tolerancia cero. Mi Administración protegerá la unidad familiar y se asegurará de que los niños que ingresan a los Estados Unidos no sean separados de sus familias, excepto en las circunstancias más extremas donde una separación es claramente necesaria para la seguridad y el bienestar del niño o es requerida por la ley”, dijo el mandatario.
La nueva fuerza de tarea deberá encargarse no solo de ubicar a los menores, sino de brindarles acompañamiento psicológico para que puedan superar el trauma de la separación. Este grupo conformado por varios ministros deberá entregar un informe de gestión en menos de 120 días.
La segunda acción, según el mandatario, intenta abordar las causas fundamentales de la migración a la frontera sur de los Estados Unidos y para ello supone el trabajo conjunto con organizaciones internacionales y con los gobiernos de donde provienen los inmigrantes, para buscar soluciones de raíz a un problema de décadas.
“No podemos resolver la crisis humanitaria en nuestra frontera sin abordar la violencia, la inestabilidad y la falta de oportunidades que obligan a tantas personas a huir de sus hogares. Estados Unidos tampoco es más seguro cuando los recursos que deberían invertirse en políticas dirigidas a amenazas reales, como los cárteles de la droga y los traficantes de personas, se desperdician en esfuerzos para bloquear a los solicitantes de asilo legítimos”, dijo Biden. “Estados Unidos mejorará las vías legales para la migración a este país y restaurará y fortalecerá nuestro propio sistema de asilo, que ha sido gravemente dañado por las políticas promulgadas durante los últimos 4 años que contravinieron nuestros valores y causaron sufrimiento humano innecesario”.
Esta nueva orden ejecutiva demanda, entre otras cosas, que estados Unidos coordine esfuerzos con El Salvador, Guatemala y Honduras (el “Triángulo Norte”) para abordar las causas fundamentales de la migración, combatiendo la corrupción, fortaleciendo la gobernabilidad democrática y promoviendo el estado de derecho. Estas labores conjuntas estarán además encaminadas a contrarrestar y prevenir la violencia, la extorsión y otros delitos perpetrados por bandas criminales, redes de trata y otras organizaciones delictivas organizadas.
“El Secretario de Seguridad Nacional, en consulta con el Fiscal General, el Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) y el Director de los CDC, comenzará de inmediato a tomar medidas para restablecer la recepción y el procesamiento seguros y ordenados de asilo, en consonancia con la salud pública y la seguridad y las limitaciones de capacidad”, dice la orden ejecutiva.
La tercera acción, firmada ayer por el presidente, ordena una revisión completa de las políticas de inmigración “dañinas y contraproducentes de la administración anterior”, en todos los ámbitos. La orden sugiere que se analicen todas las medidas vigentes con el fin de hacer más practico e inclusivo el proceso migratorio.
“En la actualidad, más de 40 millones de personas nacidas en el extranjero viven en los Estados Unidos. Millones más de estadounidenses tienen inmigrantes en sus familias o ascendencia. Los nuevos estadounidenses y sus hijos impulsan nuestra economía, trabajando en todas las industrias, incluida la atención médica, la construcción, el cuidado, la manufactura, los servicios y la agricultura. Abren y gestionan empresas con éxito a un ritmo elevado, crean puestos de trabajo para millones, y contribuyen a nuestro arte, cultura y gobierno, proporcionando nuevas tradiciones, costumbres y puntos de vista”, dice el presidente en la orden ejecutiva.
El mandatario añade que otra de las acciones que se se pondrán en marcha será “restaurar la confianza en nuestro sistema legal de inmigración. El Secretario de Estado, el Fiscal General y el Secretario de Seguridad Nacional revisarán los reglamentos, órdenes, documentos de orientación, políticas existentes y cualquier otra acción similar de la agencia que puedan ser inconsistentes con la política establecida en esta acción”.
En un plazo de 90 días los secretarios deberán presentarle al presidente un plan que promueva el acceso igualitario y justo al sistema de inmigración de los Estados Unidos. Esta orden también sugiere un revolcón para el mejoramiento en los procesos de naturalización, que incluye una revisión integral de la toma de huellas dactilares, verificación de antecedentes y seguridad, entrevistas, pruebas cívicas y de idioma inglés, y la juramento de lealtad; reducir sustancialmente los tiempos actuales de trámite,hacer que el proceso sea más accesible para todas las personas elegibles, e incluso una posible reducción de la tarifa de naturalización y la restauración del proceso de exención de tarifas.
El presidente Biden enfatizó en que estas órdenes ejecutivas no cambian la ley, sino que buscan remediar los daños causados por ordenes firmadas por la pasada administración. Dijo además en que confía en que el congreso apruebe muy pronto una reforma migratorio robusta y amplia que beneficie a muchos y solucione radicalmente, el problema migratorio que ha arrastrado por años esta nación.
“Como decía mi abuelo: Por la gracia de Dios y la buena voluntad de los vecinos, reuniremos a estos niños y restableceremos nuestra reputación de ser un refugio para las personas necesitadas”. dijo el presidente.
Luego de la firma de las órdenes ejecutivas, la Casa Blanca puso en circulación un video, en el que a través de las voces de varios inmigrantes, se resalta el valor de la población foránea que se ha asentado en los Estados Unidos a lo largo de los años.