Henyel Yasmin Muñoz es una joven de 17 años de edad, que llegó hace tan solo 9 meses procedente de Guatemala, a vivir en Riverhead, en compañía de su padre, quien llevaba al rededor de 16 años radicado en los Estados Unidos. Para ella, el pasado 14 de febrero, fecha en la que se conmemora la fiesta de San Valentín, lejos de ser un día de celebración, fue el peor día de su vida. La joven estudiante de la escuela secundaria de Riverhead se enteró hacia el medio día, que su padre, su apoyo, su héroe, había sido encontrado muerto, en las afueras de un deli de la localidad.
“Cuando recibí esa noticia, realmente yo no me la esperaba. Recién lo había visto, el vino, compartí con él, entonces es algo que no logro aceptar todavía”, relata Henyel. “Yo estaba estudiando, a las 12 me llamó el detective, pero las primeras personas que se enteraron fueron mis familiares de Guatemala. Fue muy duro para mi porque yo fui la que tuvo que ir a reconocer el cuerpo de él.”
A Alberto Noel Muñoz Noj, lo encontraron los trabajadores de Express Deli y Café, cuando llegaron en la madrugada del martes a abrir el establecimiento. De acuerdo con un comunicado de la policía, los paramédicos de Riverhead que acudieron al llamado de los empleados, trataron de reanimarlo, pero todo fue en vano. El señor Muñoz fue declarado muerto en el Centro Médico Peconic Bay, dejando a sus tres hijos, Henyel en Riverhead, y sus dos hermanos en Guatemala, sumidos en la tristeza y la incertidumbre.
“Aún no nos han dicho nada, no nos han dicho qué fue lo que pasó con él”, dijo Henyel.
Henyel Yasmín asegura que su padre era un hombre trabajador y alegre, muy conocido en la comunidad local, en donde era llamado cariñosamente como “Chavo”. Alberto vivía por y para su familia: Su madre, su esposa y sus hijos dependían de su trabajo como pintor, oficio que desempeñó desde que llegó a este pais en busca de mejores oportunidades de vida.
Los oficiales le informaron primero a la familia de Guatemala sobre su muerte, porque remarcaron la última llamada que tenía en su celular. A Henyel también le había mandado un mensaje en tono de despedida.
“A mi me mandó un mensaje diciéndome “la quiero mucho mija y usted puede sola””, dijo Henyel. “Yo me imagino que presentía algo o no se sentía bien y no nos quería decir nada”.
La joven dice que incluso hoy, 6 días después de la noticia, le cuesta trabajo creer y aceptar la realidad.
“Yo le dije a mi mamá yo voy a reconocer el cuerpo pero tal vez no va a ser él y luego él se va a reír de mi porque yo ya lo estoy llorando. Yo iba con la esperanza de que no fuera el cuerpo de él, pensé que había perdido su identificación o algo así, pero que luego iba aparecer”, asegura.
De acuerdo con el relato de la joven, Alberto llevaba años lidiando con la adicción al alcohol y a pesar de que el reencuentro con ella le había traído un aire nuevo a su existencia, la familia cree que la adicción terminó ganando la batalla. Ahora Henyel quiere que la historia de su papá sirva de ejemplo para otras familias que atraviesan problemas similares.
“Yo les digo que no los dejen solos, ellos necesitan amor, cariño, atención, que uno este diciéndoles cuánto los quiere, que sepan que cuentan con uno, dándoles ánimo, eso es lo que ellos necesitan”, dijo.
La familia de Alberto se enfrenta en estos momentos a una encrucijada, ya que no tienen los recursos para sufragar los gastos funerarios y mucho menos para repatriar el cuerpo de este inmigrante a su natal San Raymundo, en Guatemala. Por eso han emprendido una cruzada para recoger donativos. Varios recipientes con la foto de Alberto y su historia, se han distribuido en establecimientos comerciales de Riverhead, además se ha dado inicio a una campaña en GoFundme, para que la gente de buen corazón se vincule con aportes monetarios.
“Que nos ayuden, porque realmente sale caro mandar un cuerpo”, dice Henyel. “Eso es algo que queremos hacer para que mis hermanos, mi mamá y su mamá lo vean por última vez, tal no sea la manera que esperábamos pero él tiene que regresar a su país”.
Ella asegura que Alberto tenía planes de volver a casa muy pronto ya que la abogada que le llevaba su caso migratorio, le había dicho que en unos 15 días podría viajar. Por eso para la familia es importante cumplir ese deseo y lograr que allá en su tierra, el resto de sus seres queridos, puedan darle el último adiós.
Si usted quiere contribuir con esta causa y ayudar a la familia Muñoz en estos momentos de tanta angustia, haga click aquí para especificar el monto de su donativo. Cualquier cantidad, por pequeña que parezca, les ayudará a cumplir su meta. También puede hacer donativos en efectivo llamando directamente a Luis Felipe Noj, primo de Alberto, quien vivía con él. Su número es el 631 384 3253.
Mientras se reúne el dinero necesario para enviar el cuerpo, la hija de Alberto sigue poniendo flores y encendiendo veladoras, todos los días, en el lugar donde fue encontrado su padre, el pasado 14 febrero.