Turtle Rescue of the Hamptons, el centro de rescate de tortugas de la región, se encuentra abrumado por la cantidad de tortugas heridas que ha rescatado este año. Un aspecto que según los funcionarios de la institución podría deberse al desarrollo que ha tenido el East End de Long Island en los últimos tiempos.
El equipo de la organización atiende en este momento a más de 200 tortugas. Estos animales pueden tardar años en recuperarse por completo, antes de regresar a su hábitat natural.
Las tortugas pueden enfermarse o lesionarse si son desenterradas mientras hibernan entre los meses de octubre y abril, o si son atropelladas por automóviles cuando se están trasladando de un lugar a otro, durante el verano. Tambien pueden quedarse atrapadas en los huecos de las ventanas y en las puertas exteriores de los sótanos.
Karen Testa, directora ejecutiva del centro, dijo que la destrucción del hábitat por el desarrollo excesivo es un factor importante.
“Y muchas veces la gente simplemente no es consciente de que están ahí afuera”, dijo Testa. “No se dan cuenta de que vivimos entre la vida silvestre. La vida silvestre ha estado aquí mucho antes que nosotros y simplemente están tratando de hacer lo que han hecho durante cientos de años”.
La funcionaria pide a los residentes de nuestra área que se comuniquen con el centro para reportar cualquier avistamiento de tortugas durante los meses de invierno, y que no intenten rehabilitar en casa, una tortuga enferma o herida. El número a llamar para pedir asistencia en estos cosas, es el 631 779 3737.
La gran mayoría de las tortugas que se cuidan en el centro son tortugas de caja del este, una especie que preocupa de manera particular al estado de Nueva York.