Los colombianos residentes en el área triestatal quieren enviarle desde la distancia, sus sentimientos de solidaridad y apoyo a sus paisanos, que desde el pasado 28 de abril se encuentran sumidos en una avalancha de caos, protestas y manifestaciones, tras un paro de actividades puesto en marcha por diversas organizaciones, en todo el territorio nacional.
Con una jornada pacífica convocada para las 6 de la tarde en Broadway Avenue, entre 46 y 47 Street, en pleno corazón de Manhattan, los colombianos quieren que el clamor de paz y la voz de respaldo, llegue hasta su tierra, donde se han vivido verdaderas jornadas de confusión y desasosiego.
La gota que rebosó la copa de la paciencia colombiana, fue una polémica propuesta de reforma tributaria, presentada por el presidente Duque, que sugería, entre otras cosas, mayores impuestos para la ciudadanía, en medio de la agobiante asfixia económica generada por la pandemia. El descontento generalizado llevó al pueblo a las calles, aún en medio del tercer pico de contagio que se registra en este país, desde que se inicio la crisis del coronavirus.
Los ánimos han estado caldeados en las principales ciudades, especialmente en Cali, donde las protestas han estado a la orden del día, generando enfrentamientos graves entre la policía y la sociedad civil. Las manifestaciones también han desencadenado en saqueos, vandalismo y destrucción.
Hasta el momento la cifra oficial de muertos asciende a 24 personas, entre civiles y policías, mientras que los heridos ya pasan el centenar.
Aunque la reforma tributaria fue retirada por el presidente Duque, las organizaciones sindicales, los indígenas y los estudiantes que lideran las protestas, se han negado a levantar el paro, aduciendo que aún hay asignaturas pendientes que deben resolverse de inmediato.
La situación ha creado polarización entre diferentes sectores de la población, por un lado los que defienden la causa y han prometido resistir hasta que se cumpla con todos los objetivos, y por el otro, los que se oponen al paro y a las vías de hecho y exigen que se levanten los bloqueos, que se le ponga fin al desabastecimiento y que la comunidad pueda regresar a sus lugares de trabajo.
Los colombianos en Nueva York que han seguido la situación a través de los medios, las redes sociales y las versiones de sus familiares en territorio colombiano, no son ajenos a la división: Unos apoyan el paro y otros el fin de la protesta.
“Me imagino que será para apoyar al país y a los que marchan en paz, no a los vándalos”, expresó María Eugenia, en una página de Colombianos en Facebook.
“Si sabía que hay policías infiltrados que están matando y secuestrando a un montón de gente”, le contestó Cristina Alarcón.
“”Si tu estás en Nueva York cómo sabes quién mató a quién? La marcha pacífica es aceptada, el vandalismo no”, dijo Zha Castillo.
“Si vio los videos donde los civiles con fusiles enfrentan al ejercito en Cali?”, dijo Luis Fernando Matallana.
La manifestación de mañana será, de acuerdo con un volante promocional del evento, un encuentro de respeto, en el que se pedirá que “se acabe la corrupción y llegue la anhelada paz”. Quienes quieran participar yendo desde Long Island, pueden llegar al punto de encuentro en Brentwood, a las 5 de la tarde, o directamente a Times Square a las 6 de la tarde.
Los promotores le están pidiendo a los participantes vestir de blanco y llevar banderas de Colombia. Se les pide también guardar la distancia social y llevar tapabocas.