Karen Lorena García, era una inmigrante de origen ecuatoriano de escasos 24 años de edad, radicada en Hampton Bays y a la que la muerte sorprendió el pasado 28 de noviembre por un aparente ataque de epilepsia que desencadenó en un derrame cerebral.
Según el testimonio de Boranny Morato, quien era compañero de vivienda de Karen, la joven había cruzado fronteras con la esperanza de darle un mejor porvenir a su hijo, un pequeño de 6 años, quien también tiene quebrantos de salud, y se había quedado en Cuenca, al cuidado de su abuela, mientras su madre probaba suerte en los Estados Unidos.
“El niño es enfermito, tiene alergias y un problema en los pulmones. Ella me platicaba que cada 15 días más o menos enviaba casi toda su semana de trabajo para que se pudiera atender los tratamientos”, dijo su compañero de vivienda.
El señor Morato y su esposa, fueron los primeros en ver a Karen convulsionando ese fatídico 28 de noviembre y de inmediato llamaron al 911. Los equipos de respuesta la llevaron al Hospital de Riverhead y de ahí fue remitida a un Hospital de Queens debido a la gravedad de su situación.
“La llevaron de emergencia en un helicóptero a un hospital en Queens y dijeron que tenía derrame cerebral. Estuvo tres días conectada con oxígeno y ya no respondió, y luego la desconectaron”, relata el señor Morato.
El señor Morato dice que el consulado de Ecuador se ha encargado de los trámites y los gastos de repatriación del cuerpo de Karen, quien será llevada en los próximos días a su tierra natal. Sin embargo a ellos, sus amigos, con los que la joven trabajadora compartía no solo una casa, sino sus vivencias de inmigrante y sus preocupaciones de madre, les inquieta por sobre todas las cosas, el futuro del pequeño Dereck, quien ha perdido su única fuente de sustento.
“Es muy delicada la situación del niño allá, el niño no tiene papá y aquí estamos viendo la manera de ayudarle”, dijo Morato.
Los amigos de Karen no piensan quedarse de brazos cruzados y en honor a su memoria, preparan para mañana una “fritada solidaria”, con la intención de reunir fondos para apoyar al pequeño. A partir de las 12 del día tendrán platos deliciosos con carne de cerdo, maduro frito, mote, ensalada, papa cocida y soda, todo por solo 15 dólares.
Los comensales pueden pasar por el 3 de Woodridge Road, en Hampton Bays y comprar sus platillos o pueden hacer sus pedidos para recibirlos a domicilio, si están en los alrededores, llamando a la señora Hilda al 631 833 2169.
Entre más platos de fritada se ordenen, más dinero podrá recogerse para apoyar a este niño que no solo se enfrenta a la pérdida de su mamá, sino que ha quedado completamente desprotegido económicamente.
“El mensaje sería que en este momento tan doloroso que traten de sumarse porque el único deseo de ella era que el niñito siempre estuviera bien, entonces esa es la manera en que todos podemos ayudar, con un granito de arena”, dijo el señor Morato.
