Mientras avanzan las gestiones de personas y organizaciones para auxiliar a la familia Peralta Ramírez, tras perderlo todo en el incendio del martes, conocidos y allegados enfilan sus baterías para atender el otro frente de batalla de esta tragedia: La muerte de Eddy Herrera, única víctima fatal de la conflagración.
Luego de que las autoridades confirmaran que el cuerpo encontrado entre los escombros de la edificación era el del guatemalteco de 27 años, tanto la familia Peralta Ramírez, residente de la casa donde el trabajador rentaba el ático, como miembros de la comunidad, familiares y amigos, se han volcado con la intención de recoger el dinero necesario para enviar a la población de Quezaltepeque, Guatemala, el cuerpo de la víctima.
“Les pido de corazón que nos acompañen y nos aporten su granito de arena para mandarlo a su país. Yo se que estos no eran los planes de su mamá, que su hijo llegara así, pero necesitamos ahora más que nunca el apoyo para que el regrese a su pueblo”, dijo María Ramírez, residente de la casa.
Esta noche, a las 7, se planea una vigilia en el lugar de la tragedia para orar por el descanso de Eddy Herrera. Un altar en su honor ya se ha desplegado en el lugar y se está invitando a la comunidad para que se haga presente y se una a esta plegaria comunitaria. La casa está localizada en el 4250 de la Ruta 48, en Mattituck, NY 11952.
“Se les espera, en una vigilia en memoria de Eddy Herrera. Se necesita el apoyo de la comunidad porque hoy es por él, mañana será por nosotros”, dice la señora Ramírez.
También se distribuirán en el área, botes para la recolección de donativos. Los amigos de Eddy quieren que el joven trabajador, quien se ganaba la vida lavando platos en CJ’s American Grill en Mattituck, y quien justo hoy estaría celebrando su cumpleaños número 27, reciba sagrada sepultura en la tierra que lo vio nacer.
“Necesitamos mucha oración para la familia que está allá en Guatemala, para la madre de este joven, que necesita mucho apoyo y consuelo”, dijo Ramírez.
María, una de las víctimas del incendio y quien le rentaba el ático a Herrera desde que llegó a los Estados Unidos, hace alrededor de dos años, asegura que lo consideraba un hijo más. Lo recuerda como un muchacho servicial del que no tiene queja alguna.
“El era un joven muy servicial, muy colaborativo. Más que un amigo, yo lo sentía como un hijo. Cuando mi hijo no estaba, él era el que me acompañaba a las compras, siempre se ofrecía a ayudar, nunca decía no”, dijo.
Lo que más le preocupa a los allegados de Herrera, es que el trabajador era el único sustento de su madre en Guatemala, por eso, a parte de recoger donativos para repatriar su cuerpo, quieren recolectar dinero que puedan enviarle a la señora, para apoyarla en estos momentos de dolor y confusión. Una campaña de recolección de fondos se ha puesto en marcha a través de GoFundMe para este fin.
“Estamos pidiendo una pequeña colaboración para su madre y para repatriar su cuerpo, teniendo en cuenta que él era hijo único”, dice la campaña.
Entre tanto la familia Peralta Ramírez dice sentirse inmensamente conmovida por la respuesta de la comunidad y el apoyo que han recibido de diferentes organizaciones. Doña María le contó a Tu Prensa Local que ya encontraron una vivienda temporal en Riverhead, donde se instalarán desde mañana, mientras encuentran una casa definitiva en el área de Mattituck. También han recibido donativos de ropa, comida y dinero. Las palabras de quedan cortas, dice, a la hora de agradecer tanto apoyo y cariño.
“No sentimos infinitamente agradecidos, porque uno piensa que está solo en esta vida, pero ya nos dimos cuenta que no. Nos han estado apoyando, yo les agradezco infinitamente, quizás nosotros no podamos pagar, pero allá arriba hay un Dios que todo lo ve”.