Cuando Vinicio Nij se para en frente de un lienzo en blanco, el tiempo parece detenerse. Por lo menos para él, quien se sumerge horas y horas entre trazos y pinceladas, hasta que su creación tome la forma deseada. Tiene escasos 19 años, pero habla como si llevara décadas en el mundo del arte, quizás porque empezó a pintar desde muy pequeño en su natal Guatemala, el lugar de donde dice, obtuvo la inspiración.
Es un admirador de los grandes, como Leonardo da Vinci, conoce sus obras, las analiza y las sueña, como sueña con exponer algún día sus propias pinturas en galerías de gran renombre.
Ante la imposibilidad de ir a una escuela de arte para educarse en ese campo, se volvió autodidacta y ahora se vale del internet para estudiar técnicas y estrategias que le permitan mejorar su esencia artística.
Vinicio pinta paisajes, pinta figuras humanas, pinta animales y retratos de afamados artistas. El óleo es su técnica favorita, aunque también demuestra gran destreza con el carboncillo y los lápices. Los paisajes de su país, aquellos campos que dejó hace un año y cuatro meses, lo siguen inspirando y siguen siendo el centro de muchas de sus creaciones.
“Extraño mucho a Guatemala, los lugares de allá, los campos, los pueblos y claro, mi familia que siempre me ha apoyado y me anima a seguir adelante”, asegura.
Vinicio dejó su país después de haber terminado el bachillerato y viajó a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones económicas para él y los suyos, pero además, con la ilusión de convertirse algún día en un pintor famoso y conquistar las grandes plataformas del arte mundial. Por eso pinta sin descanso y acumula obras en el pequeño espacio que por ahora comparte con dos de sus hermanos en Riverhead, con la esperanza de que alguien de la industria del arte lo descubra y le dé el empujón que necesita para salir del anonimato.
“Mi sueño es llegar a ser reconocido, que a las personas les interese mi arte, que les guste mi talento. Me gustaría hacer exposiciones, presentar mi arte en Nueva York y en grandes galerías del mundo. Cuando pinto, me emociono mucho al imaginar que a la gente le va a gustar mi obra”, dice Vinicio.
Desde su llegada a Riverhead, trabaja pintando casas para ganarse la vida y cuenta a manera de anécdota, que muchas veces cuando se para en frente de las paredes que debe pintar, siente el impulso de llenarlas con sus dibujos.
“He hecho algunas cosas en las paredes y luego las cubro rápidamente con pintura”, asegura entre risas.
Esta joven promesa del arte, está convencido de que algún día logrará su propósito de ser reconocido, por ahora en sus ratos libres sale a la calle y ofrece sus retratos y sus paisajes, así ha vendido varios. También trabaja por encargo de todo aquel que quiera comprarle sus obras, para hacer un obsequio o para usarlas como decoración.
Si usted quiere contactar al artista, puede llamarlo al 631 833 2348 o encontrarlo en sus redes sociales como @vinicionij
“No todas las personas tienen la opción de llegar a este país, yo lo hice y ahora siento que puedo lograr muchas cosas y aprovechar todas las oportunidades”, afirma Vinicio Nij.
Fotos: Colección personal Vinicio Nij