Dos hermanas de origen colombiano, residentes de nuestra área, están adelantando una campaña de recolección de fondos para el tratamiento médico de su sobrino, que tras superar un accidente de tránsito en el 2021 que lo dejó postrado, ahora enfrenta una nueva batalla, al haber sido diagnosticado con cáncer.
Gloria e Idaly Giraldo viven en los Hamptons desde hace 17 y 10 años, respectivamente. Como muchos de nuestros inmigrantes llegaron a esta zona en busca de mejores oportunidades, han construido una vida en la región y a base de esfuerzo y trabajo, han sacado adelante a sus seres queridos aquí y en su natal Armenia.
Sin embargo en agosto del 2021, el drama tocó a la puerta de esta familia, luego de que un vehículo “fantasma” atropellara a su sobrino en Colombia y se diera a la fuga. Como resultado del impacto, Leandro Arango Giraldo, en ese entonces de 26 años de edad, quedó prácticamente postrado debido a que sufrió politraumatismo y otras lesiones muy severas.
“El y su esposa estaban empezando, tenían una tiendita, pero con el accidente todo se les fue a la ruina”, dijo Gloria Giraldo, tía de Leandro. “El estuvo en la UCI, no podía caminar, fue una cosa terrible, en el hospital le dejaron coger bacteria con sus heridas abiertas y yo creo que desde entonces el cuerpo se quedó peleando con esa infección”.
Gloria asegura que la fortaleza y las ganas de vivir de su sobrino, lo fueron sacando poco a poco del abismo en el que lo dejó ese accidente. El joven esposo y padre de dos niñas de 5 y 8 años de edad, se sobrepuso a todos los pronósticos, ya estaba caminando nuevamente, con ganas de trabajar y dar la pelea por su familia, cuando otro golpe del destino frenó en seco el ímpetu: Leandro fue diagnosticado con un cáncer muy agresivo, que en cuestión de días lo puso cara a cara con un diagnóstico aterrador.
“Le hicieron varias biopsias y le decían que los resultados no eran concluyentes. Lo tuvieron 6 meses paseándolo en la clínica entre Pereira y Armenia, en esos 6 meses el cáncer le cogió ventaja y le invadió la pierna”, dijo la señora Giraldo. “Después hicieron una junta de médicos, les dijeron que les iban a prestar ayuda psicológica porque la iban a necesitar, debido a que a él lo tenían que desmembrar, es decir quitarle cadera, pelvis y pierna”
Leandro se negó a realizarse el procedimiento recomendado por el sistema de salud pública de su país, que lo hubiera dejado sin gran parte de su cuerpo. A cambio pedía quimioterapia o cualquiera de los procedimientos que normalmente se siguen en estos casos, pero el sistema de salud se negaba a darle otras opciones. La familia decidió buscar alternativas en el sector privado, con la esperanza de salvarlo y sobre todo darle calidad de vida.
“Ha tenido unos días terribles. Ahora el proceso está en que por meses en el sistema público solo le dieron tramadol para el dolor y nada más, entonces le descalcificaron los huesos y ahora no se puede mover”, relata Gloria entre lagrimas. “El le dice a la mamá que no lo deje morir”.
Los tratamientos que le han impartido los médicos privados han dado buenos resultados, aunque el cáncer sigue ahí, dice Gloria que han logrado concentrarlo en una sola parte de su cuerpo. Sin embargo lo que para el paciente representa opciones de vida, para la familia es un verdadero desangre financiero que les está costando mucho trabajo mantener.
A los costosos tratamientos médicos privados tienen que sumarle pañales, gasas, sondas, utensilios de limpieza y la manutención de Leandro y su familia, ya que su esposa no puede trabajar, debido a que cuida de él, a tiempo completo.
“Lo que más queremos es que se recupere, sobre todo porque él tiene esa esperanza, esa ilusión y esas ganas de vivir y eso nos ayuda muchísimo. El no da el brazo a torcer”, dice la tía.
Las hermanas Giraldo han financiado hasta ahora los tratamientos con recursos propios, pero en vista de que cada vez es más costoso y apremiante, decidieron acoger la recomendación de algunas amistades y han creado una campaña a través de GoFundMe, con la esperanza de que la gente solidaria de los Hamptons se identifique con el dolor de su familia y las ayude a solventar la situación, especialmente en Navidad, época de dar y recibir, época de hacer buenas obras y ayudar a aquellos que lo necesitan.
“De antemano les agradecería, que se toquen su corazón. El ha sido un guerrero, el quiere sacar adelante a sus niñas que han sido su motor para aferrarse a la vida”, dijo Gloria.
Si usted quiere contribuir con esta familia, haga click aquí. Cualquier donativo, por pequeño que parezca será de gran ayuda para el tratamiento de Leandro y permitirá que este luchador que no se ha dado por vencido ni en las más duras pruebas, siga ganando batallas y regrese a la normalidad para darle un futuro a sus dos pequeñas hijas.