Aunque las cifras que reportan los centros asistenciales de Nueva York, son inferiores a las que se registraban hace algunas semanas durante la peor etapa de esta crisis, lo cierto es que la batalla aún no termina. Solo en el día de ayer, 3,942 personas fueron diagnosticadas con COVID-19, elevando a 308,319 el número total de casos que ha contabilizado el estado, en estos dos meses de emergencia.
La cifra que se vigila con total rigurosidad es la de los pacientes que por alguna complicación deben ser ingresados a los hospitales. De acuerdo con la recomendación de los CDC, ese número debe mostrar un descenso evidente por 14 días continuos, para poder pensar en la posibilidad de reabrir la economía de una región. Sin embargo en el caso de Nueva York, la cifra de nuevas hospitalizaciones parece haberse estabilizado en el rango de los 900 casos por día, al menos así lo demuestran los datos de la última semana. Solo ayer, 973 nuevos pacientes ingresaron a los centros asistenciales por COVID-19. Si ese número se mantiene estable y no desciende, reabrir no sería una opción en varias áreas del estado.
En la última jornada 289 neoyorquinos perdieron la vida por causa del COVID-19, 267 de ellos en hospitales y 22 en residencias para ancianos. El total de víctimas fatales en todo el estado, asciende este viernes a 18,610.
El gobernador Andrew Cuomo, anunció hoy que le pedirá a los centros asistenciales de toda la región ser más específicos con la información de cada caso, para poder hacer un mejor trabajo de rastreo e identificar a las personas que hayan podido estar en contacto con cada paciente positivo. Las nuevas directrices del gobernador, demandan que los hospitales determinen si el paciente es trabajador esencial, cuántos años tiene, cómo se moviliza, si hace uso del sistema de transporte, a qué grupo racial pertenece, cuál es su estado de salud, su dirección exacta, entre otros datos.
El mandatario también hizo énfasis en la importancia de apoyar a la comunidad en el campo mental, que en tiempos de confinamiento puede resultar seriamente afectado. Señaló que se le debe prestar especial atención a la salud mental de aquellos que están en la primera línea de batalla, lidiando con situaciones de mucho estrés. El funcionario recordó, además, que hay una linea permanente para denuncias de violencia doméstica, un aspecto que ha sufrido un dramático incremento en todo el estado, durante los 60 días de crisis. Solo en abril los casos de violencia al interior de los hogares neoyorquinos, aumentaron en un 20%. La línea a llamar si se requiere ayuda en este campo es 1 844 997 2121.
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