El sindicato de trabajadores agrícolas protesta contra Pindar Vineyards mientras las negociaciones contractuales se estancan

In Noticias, Portada by J.D. Allen y María del Mar PiedrabuenaLeave a Comment

Un sindicato que representa a una docena de trabajadores agrícolas en Pindar Vineyards en el North Fork de Long Island protestó frente a su tienda de vinos en Port Jefferson para pedir negociaciones contractuales más de un año después de que su organización fuera certificada por el estado bajo el sindicato Local 338.

El primer sindicato de trabajadores agrícolas de Nueva York ha enfrentado obstáculos al negociar un contrato en Pindar Vineyards en Long Island.

A fines de 2021, el estado certificó un sindicato para representar a una docena de trabajadores agrícolas, pero un año después, Noemí Barrera, organizadora del Local 338, dijo que están en un callejón sin salida. “No están dispuestos a sentarse a la mesa y negociar un contrato justo para el trabajador,” dijo.

Al menos 40 miembros del sindicato y sus simpatizantes se unieron a Barrera para protestar afuera de la tienda de Pindar Vineyards localizada en Port Jefferson durante el fin de semana para presionar a los dueños de las vinerías a negociar un contrato.

“Desafortunadamente, no están negociando de buena fe,” dijo Yomaira Franqui, organizadora principal del sindicato Local 338. “Y no es nuestra negociación. Es la negociación de los trabajadores. Así que nuestra lucha es su lucha.”

Ninguno de los trabajadores agrícolas estaban presentes durante la protesta en la concurrida calle principal. Según una ley estatal de 2020, los trabajadores agrícolas de Nueva York pueden negociar colectivamente salarios y beneficios más altos, y mejorar el acceso a las horas extra. Pindar no proporciona seguro médico a sus trabajadores, según el sindicato.

La ley también les da derecho a un día de descanso cada semana. Esta semana, los trabajadores agrícolas ya habían usado su día libre durante la semana debido a las fuertes lluvias.

Franqui dijo que los trabajadores agrícolas no quieren que la gente interrumpa a su empleador con boicots, sino que les den un asiento en la mesa.

Alethea Damianos Conroy, miembro gerente y propietaria del viñedo, dirigió preguntas a su abogado, pero calificó a los manifestantes de “mentirosos”. Si las partes no logran negociar, se podría asignar a un tercero para que mediara.

“Estamos en lo que llamamos un callejón sin salida,” dijo Barrera.

Noemí Barrera, organizadora del sindicato Local 338, con simpatizantes de los trabajadores agrícolas de Pindar Vineyard. J.D. Allen/WSHU

Los trabajadores agrícolas protestaron frente al viñedo en el North Fork de Long Island en octubre y a principios de este mes, pero se trasladaron a las tiendas de la vinería para llamar la atención durante los meses menos populares en el viñedo.

“No estamos tratando de boicotearlos en absoluto,” dijo Barrera. “De hecho, ni siquiera le estamos diciendo a la gente que no compre o que visite los viñedos. Al final del día, queremos mantenerlos en el negocio porque eso significa que nuestros trabajadores también tendrán un trabajo.”

La sala de degustación cerró durante la demostración.

La docena de trabajadores agrícolas son predominantemente de Centro América . A menudo trabajan seis o siete días a la semana. A través de un traductor sindical, dijeron que sus cuerpos están cansados y necesitan descansar. El sindicato Local 338 ha solicitado un contrato que contiene compensación para trabajadores y cobertura de salud, y más días libres por enfermedad y vacaciones.

Durante muchos años, los trabajadores agrícolas tuvieron protecciones limitadas. No tenían un umbral de horas extra, hasta que una ley introdujo un umbral de 60 horas para obtener un pago extra por trabajo adicional. Después de meses de testimonio ante la Junta de Salarios de Trabajadores Agrícolas del estado, incluidos los del sindicato Local 338 y los trabajadores agrícolas de Pindar, el umbral se redujo a 40 horas en los próximos dos años. Un cambio que tardará 10 años en ser completamente implementado.

Sin embargo, alinear la agricultura con los estándares laborales en otras industrias sigue siendo polémico en todo el estado. Los propietarios de granjas testificaron que los costos adicionales cerrarán operaciones pequeñas.

“La mayoría de las granjas son tomadoras de precios en lugar de fijadoras de precios. Y muchas de las granjas trabajan con márgenes muy pequeños,” dijo Robert Carpenter, director ejecutivo del Long Island Farm Bureau.

Juan Micieli-Martínez, el nuevo presidente electo de la oficina agrícola, dijo en un comunicado: “En última instancia, los agricultores respetan los derechos de los empleados a considerar la sindicalización, pero no lo ven necesariamente como algo beneficioso para la agricultura, que se compone de productos básicos muy sensibles a los precios. ”

El sindicato Local 338 afirma que los propietarios de los viñedos están trabajando juntos para controlar y fijar los salarios. Pertenecen al Long Island Wine Council, que se asocia con las oficinas agrícolas estatales y regionales.

“Creo que probablemente hay presión sobre Pindar por parte de la industria agrícola en general y de la Oficina Agrícola de Nueva York para que no negocie, porque ese sería el primer contrato sindical negociado en el estado de Nueva York. Y una vez que los trabajadores vean que esto es posible, sabrán en otras fincas, otros viñedos, que ellos también pueden ser tratados con dignidad y respeto,”dijo Richard Witt, director ejecutivo de Rural & Migrant Ministry, una organización que ha ha estado defendiendo a los trabajadores agrícolas durante más de 40 años. Tienen un centro de trabajadores en Riverhead.

Carpenter dijo que este es un territorio desconocido para la agricultura de Nueva York, pero la oficina agrícola y sus miembros “apoyan lo que dice la ley.”

“Puede haber demandas que está pidiendo el sindicato que pueden ser muy incómodas para el negocio y en mal estado. Asimismo, desde el lado empresarial, tal vez había expectativas del sindicato que no se están cumpliendo,”dijo Carpenter. “Entonces, es realmente un caso individual, y lo que el sindicato negocia con una granja puede ser diferente de lo que negocia en otra granja.”

“No va a ser un modelo único para todos. Cada finca, cada sindicato van a ser diferentes.”

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J.D. Allen y María del Mar Piedrabuena

J.D. es editor de WSHU. María del Mar es editora de Tu Prensa Local

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