Ante la aparición de recientes brotes de COVID-19 en diferentes puntos del estado, que representan una amenaza para toda la región, el gobernador Andrew Cuomo anunció nuevas medidas que buscan ponerle freno a los focos de infección, antes de que sea demasiado tarde. Un mapa de la región, con los puntos críticos debidamente demarcados, como “anillos rojos”, “naranjas” o “amarillos”, dependiendo del número de casos de COVID-19, será discutido en las próximas horas con los gobiernos locales, para que empiecen a aplicar las nuevas disposiciones.
De cuerdo con el anuncio del gobernador, los brotes existentes en las 10 regiones que conforman el estado, están plenamente identificados y las áreas a su alrededor, en un perímetro de una milla de diámetro, han sido demarcadas como “zonas rojas” o “anillos rojos”.
En los anillos rojos, los negocios no esenciales deberán cerrar sus puertas hasta nuevo aviso y las escuelas deberán irse a estricto aprendizaje remoto. Los templos y los servicios religiosos deberán reducir su capacidad al 25% y las reuniones de gente no podrán exceder a las 10 personas. Las grandes concentraciones están prohibidas, lo mismo que el servicio de comida al interior de los restaurantes. Estos establecimientos sólo podrán vender productos para llevar.
En los anillos naranja, que equivalen al perímetro de 1 milla y media de diámetro al rededor de una zona roja, se permitirán servicios religiosos con un 33% de capacidad. Las reuniones de personas, tanto en interiores como en exteriores, no podrán superar los 10 individuos. Los negocios no esenciales de alto riesgo, como gimnasios y peluquerías, deberán cerrar. A los restaurantes se les permitirá servir comidas únicamente al aire libre y no se permitirá más de 4 personas por mesa.
En los anillos amarillos, que equivalen al perímetro de 2 millas de diámetro al rededor de una zona roja, se permitirán servicios religiosos, con un 50% de capacidad. Las reuniones de gente tanto en exteriores como en interiores, no podrán exceder los 25 individuos. Los negocios seguirán funcionando como hasta ahora y los restaurantes podrán servir comida tanto en el interior como en el exterior de los establecimientos, pero sólo se permitirán 4 personas por mesa. Las escuelas deberán practicarle a estudiantes y personal, pruebas de diagnóstico de COVID-19, cada semana obligatoriamente, empezando desde el viernes de la próxima semana.
“Cuando usted ve un foco de infección, usted tiene que frenarlo de inmediato. Esa es nuestra estrategia. Primer paso, tomar una acción dramática dentro del foco de infección. Segundo paso, tomar acción en las áreas circundantes al foco de infección para parar el contagio, tercer paso paso, tomar medidas de precaución en las comunidades que limitan con el foco de infección”, dijo el gobernador Cuomo, en una conferencia de prensa, en Albany.
El mandatario dijo que una vez se discutan los mapas con los gobiernos locales, serán dados a conocer y empezarán a regir las nuevas medidas. El plazo máximo para que entren en vigencia es este viernes. El mandatario dijo además que si las escuelas necesitan equipo adicional para poder realizar las pruebas de diagnóstico, deberán contactar al departamento de salud del estado, para que les preste el apoyo necesario.
“Las normas estarán en efecto por un mínimo de 14 días y después de ese período veremos dónde estamos, veremos los números para tomar decisiones”. dijo Cuomo. “Hemos hecho este nuevo plan consultando a la mejor gente posible y quiero agradecerles a ellos por eso”.
El mandatario anunció que los gobiernos locales serán los encargados de hacer cumplir estas normas y que sobre ellos recae la responsabilidad de reforzarlas. Dijo además que esta situación es el resultado de acciones que se permitieron a nivel local en días pasados e hizo especial mención a conciertos autorizados en los Hamptons y a la permisividad con la que se han manejado bares y restaurantes a nivel de todo el estado.
El mandatario dijo que habló directamente con líderes de organizaciones religiosas para explicarles la importancia de cumplir estas medidas ya que el origen del problema en este momento radica básicamente en las aglomeraciones de gente.
Finalmente el mandatario anunció que el estado incrementará de 10 mil a 15 mil dólares, la multa para quienes faciliten la realización de reuniones masivas.