Edwin Amaya, un residente de Riverhead, de 28 años de edad, originario de Sensuntepeque, El Salvador, salió de su casa en la mañana del lunes 16 de octubre, luego de darle un beso a su esposa y a su hija de 4 años, y emprendió su camino al trabajo, sin siquiera imaginar que minutos después, su vida daría un vuelco de 180 grados.
Tras unos 15 minutos de viaje hacia la empresa de mantenimiento de árboles donde trabaja por hora, Edwin sufrió un aparatoso accidente que le cambió la vida en segundos. De lo que pasó aquel día en esa vía de Flanders, este hombre cabeza de familia, no recuerda absolutamente nada, lo único que tiene claro es que está vivo de milagro.
“El reporte de la policía dice que yo di entre 12 y 15 vueltas, eso fue lo que rodó el carro, pero para que haya sido esa cantidad de vueltas tuvo que haber sido provocado por algo, quizás por otro carro, pero yo no recuerdo nada”, dice Edwin.
Tras rodar y rodar, su vehículo, un Dodge Estratus color negro, chocó contra un árbol en una zona boscosa de Flanders. El impacto le dejó al señor Amaya 13 fracturas, 5 en las costillas, 6 en la parte superior de la espalda y dos en la columna vertebral. Además el 75% de su pulmón izquierdo quedó dañado.
“Nos fuimos para el hospital de Riverhead, el Peconic Bay, y ahí nos dicen que lo tenían que llevar de emergencia, subirlo en el helicóptero para trasladarlo al hospital South Shore”, relata Jamileth Hernández, esposa de Edwin. “El doctor nos dijo que tenía fracturas en la columna vertebral y nos dijeron que no iba a poder caminar en mucho tiempo”.
Tanto Edwin como su esposa están convencidos de que un ángel cuidó de él durante el incidente, y a juzgar por las imágenes de los hierros retorcidos en los que quedó convertido su vehículo, no cabe duda de que una fuerza milagrosa le permitió seguir con vida y contar su propia historia.
Edwin fue sometido a una cirugía de columna y aunque parezca increíble ya ha dado sus primeros pasos, lentos, pero reveladores. Ahora le espera un largo proceso de terapias físicas para recuperar la movilidad en su totalidad y una serie de ejercicios para que su pulmón también se recupere, porque de no ser así, según dijeron los médicos, tendría que ser extraído.
“A decir verdad ni los doctores dan una explicación de como yo continúo vivo. Toda la gente dice lo mismo. Yo estoy muy agradecido con Dios por haberme permitido vivir”, asegura el señor Amaya.
Aún así en medio de tantas bendiciones, la etapa más difícil para esta familia de tres, que además ayuda económicamente a sus seres queridos en El Salvador, es la que está por comenzar.
Aunque el jefe de Edwin lo ha estado ayudando económicamente, los ingresos de los Amaya se han visto menguados de manera considerable. Y aunque tienen esperanza de que el seguro del carro cubra las facturas médicas, ya empiezan a sentirse agobiados por los cobros de miles y miles de dólares que les han llegado. Esta semana recibieron una factura de más de 20 mil dólares del Peconic Bay Medical Center, donde Edwin solo estuvo unos minutos, antes de ser trasladado al hospital de Bay Shore.
“Ya este año se está terminando y el ya no va a poder seguir trabajando y todavía no sabemos en qué momento del próximo año podrá volver a trabajar”, dice la esposa de Edwin.
La incertidumbre y las preocupaciones por el futuro inmediato, llevaron a esta familia a iniciar una campaña de recolección de fondos a través de GoFundMe, con la ilusión de poder tocar los corazones de nuestra gente, para que se movilice con esos donativos tan necesarios para ellos en estos momentos.
“Aportar con un granito de arena sería algo que me serviría bastante porque esto va a hacer un proceso bastante largo para mí y mi familia” dijo Edwin. “Yo estaría totalmente agradecido y cualquier ayuda será bienvenida porque no sé cómo vamos hacer para salir de esto. Aunque yo se que hay mucha gente buena que nos puede ayudar”.
Esta familia a la que le vida les cambió en un abrir y cerrar de ojos, asegura que lo que están viviendo ellos, le puede pasar a cualquier, por eso, bajo la premisa de “hoy por mi mañana por ti”, hacen un llamado a nuestra comunidad, para que los apoyen en estos momentos de crisis. Cualquier donativo, por pequeño que parezca, irá sumando y será de gran ayuda para que puedan hacerle frente a su situación en medio de tanta angustia.
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