Un hombre de Medford que en septiembre de 2021 fue acusado de recoger jornaleros, con el pretexto de darles trabajo para posteriormente atacarlos, se declaró culpable de los cargos en su contra por crímenes de odio.
El fiscal de distrito del condado de Suffolk, Raymond A. Tierney, anunció el jueves la declaración de culpabilidad de Christopher Cella, de 20 años, por varios delitos motivados por el odio, incluido el estrangulamiento en segundo grado como delito motivado por el odio y la agresión en tercer grado como delito motivado por el odio.
“Es inconcebible que este acusado haya elegido a personas vulnerables que buscan trabajo, para aterrorizarlos y agredirlos”, dijo Tierney. “Protegemos a todos en el condado de Suffolk independientemente de su origen étnico, raza, origen nacional o estado migratorio. Continuaremos luchando para mantener seguros a todos los residentes de Suffolk”.
Cella, de 20 años, también se declaró culpable de dos cargos de encarcelamiento ilegal en segundo grado como un crimen de odio; Un cargo de peligro imprudente en segundo grado como un crimen de odio; dos cargos de obstrucción criminal de la respiración; y
Dos cargos de acoso agravado en segundo grado.
Según los documentos judiciales y la declaración de culpabilidad del acusado, el 17 de septiembre de 2021, Cella recogió a un jornalero en una tienda de delicatessen en Farmingville con promesas de trabajo. El acusado llevó a la víctima número uno, a un lugar remoto, lo hizo salir del automóvil y lo atacó, lo besó a la fuerza y lo estranguló. La víctima uno se liberó y logró escapar.
El acusado regresó a su casa y cambió de vehículo porque no quería ser reconocido, ya que según le dijo a la policía posteriormente “todos esos españoles se conocen”.
Luego se dirigió a un 7-Eleven en Medford, donde la víctima número dos, estaba esperando por una oportunidad laboral. El atacante lo recogió con promesas de trabajo, lo llevó a un lugar aislado, lo encerró en su automóvil y comenzó a estrangularlo, dice el recuento de la fiscalía.
Después de aproximadamente cinco o seis minutos, la víctima dos luchó por respirar y perdió la visión y el conocimiento. El acusado huyó después de que un civil acudiera en ayuda de su segunda víctima.
Al día siguiente Cella volvió al mismo 7-Eleven y recogió a la víctima tres, otro jornalero al que le prometió trabajo. Cuando su tercera víctima se subió al automóvil Cella aceleró y condujo de forma errática. A pesar de las súplicas del trabajador para que se detuviera, Cella aumentó su velocidad hasta que la víctima tres, como pudo, agarró la palanca de cambios, intentando detener el auto y saltó del vehículo aún en movimiento.
El atacante intentó atropellarlo con su vehículo, antes de salir del auto y perseguirlo a pie, todo lo cual fue captado en un video de vigilancia, dijo la fiscalía.
La evidencia en video, que muestra los vehículos que usó el acusado para cometer los delitos, y que coincidió con las descripciones proporcionadas por las víctimas, condujo finalmente al arresto del acusado, dijo la fiscalía.
Además del video, las tres víctimas lo identificaron en un conjunto de fotos y el acusado proporcionó una confesión voluntaria por escrito, en la que detalló sus acciones delictivas.
Cella debe regresar a la corte para recibir sentencia el 21 de septiembre.