Para los amigos de Walter Joel García, el de ayer iba a ser un día de celebración: Aprovechando las agradables temperaturas, habían planeado reunirse después del trabajo para hacer un asado en la casa de José Cojon, en Calverton, donde Walter Joel vivía desde cuando llegó de Guatemala, hace tan solo dos meses y medio. Sin embargo poco antes de las 6 de la tarde, cuando José ultimaba los detalles para la reunión, recibió la noticia de que su amigo había sufrido un accidente.
“Un primo mío me llamó y me dijo: ya vas para el hospital?, le dije por qué? Y me dijo: porque Joel se accidentó. Fue lo único que me pudo decir porque era la única información que tenía en ese momento”, relata José, amigo de la víctima.
Dice José que rápidamente se dirigió al hospital de Riverhead, donde en minutos se congregaron muchos amigos y conocidos, en torno al hermano de Walter Joel, su único familiar cercano que reside en nuestra área. Allí, en medio de mucha confusión, les confirmaron la noticia de que en el accidente de un solo vehículo, ocurrido en la CR 104 de Flanders, el joven de 24 años sufrió heridas tan severas, que su vida se apagó poco después de llegar al centro asistencial.
“Estuvieron detectives y policías con nosotros pero no nos pudieron dar mayor información. Lo que pasa es que habíamos varios en el hospital, estábamos ocupando espacio porque llegaban y llegaban más conocidos, entonces los doctores dijeron que no podíamos estar ahí y que igual ya no se podía hacer nada, que mejor nos fuéramos a casa a descansar y que ellos nos avisarían cualquier cosa”, añadió.
De acuerdo con el relato de José, quien no solo era su amigo, sino también su casero, Walter Joel era un hombre alegre, lleno de ilusiones, que había traspasado fronteras con la ilusión de forjar un porvenir más sólido para sus padres y hermanos. Ayer, luego de que las autoridades confirmaran que el joven había sucumbido a sus heridas, y en vista de que el hermano de la víctima estaba inconsolable, José tuvo la penosa misión de avisarle lo sucedido a sus seres queridos, en Salamá, Baja Verapaz. La noticia resultó avasalladora para sus progenitores y dos de sus hermanos que viven en su tierra natal.
“A mi me tocó darle la información a los padres, y créame que para una madre es muy difícil”, dice José. “Los dos soltaron a llorar y ya no pudieron hablar más conmigo”, dijo.
Desde que llegó a los Estados Unidos, Walter Joel trabajaba en el área de la construcción. Dice José que salía antes del amanecer y regresaba al final del día. Como no tenía carro, sus compañeros de trabajo se turnaban para recogerlo, pero nadie imaginó que el del martes 14 de mayo, sería “el ride de la muerte”.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, el vehículo en el que iba Walter Joel como pasajero, se salió a las 5:43 de la tarde de su carril de circulación y se estrelló contra un árbol. Tanto el conductor, cuya identidad se desconoce, como Walter, fueron llevados al hospital para recibir tratamiento. El estado del conductor es delicado pero estable, según les informaron a los allegados de Walter, quienes hoy lamentan la partida de un amigo.
“Su anhelo más grande era ayudar a sus padres. Era un muchacho muy alegre que no le miraba enojos a la vida, siempre estaba sonriendo”, dice José. “El entusiasmo para el salir de casa fue venir aquí en busca de una vida mejor porque sus padres son de pocos recursos”.
Hoy la funeraria Tuthill-Mangano de Riverhead, les anunció que se encargaría de los gastos funerarios en nuestra área. Por lo que la preocupación más grande se concentra ahora, en reunir el dinero necesario para repatriar los restos del guatemalteco a su país de origen. Sus amigos han emprendido una cruzada de recaudación de fondos y están apelando a la solidaridad ciudadana. Si usted quiere colaborar con esta causa, comuníquese con José Cojon al 631 991 0256. Cualquier donativo por pequeño que parezca será de inmensa ayuda para ellos.
En Guatemala una familia espera por Walter, para darle su último adiós.
