Italia supera en los penaltis a la anfitriona de la final de la Eurocopa 2020, la selección de Inglaterra, y gana el torneo continental por segunda vez en su historia. El 1-1 al final del partido, con goles de Shaw en el primer minuto de partido y de Bonucci en el 66, llevaron el encuentro a la tanda de penaltis, donde los italianos se quedaron con el deseado trofeo, subiendo por segunda vez al trono europeo.
Los ingleses tenían toda la presión encima, ya que jugaban la final en su casa, en el Estadio de Wembley ante más de 60.000 ingleses que se acercaron al estadio para ver la gran final, la primera de su selección en toda la historia de la Eurocopa. Pero la presión pudo con la selección inglesa, que en la tanda de penaltis falló tres lanzamientos y no pudo brindar el trofeo a su país y por lo tanto, no pudo conseguir el título por primera vez en su historia. Todo ello ante una Italia, que ganó por última vez el título en 1968 y que también tenía ganas de saborear el triunfo, tras perder en su última final ante España, en 2012 por un doloroso 4-0.
Parecía que los primeros minutos iban a ser de tanteo, pero el partido no podría haber empezado peor para los italianos, ya que en la primera jugada de ataque, en solo tres pases, los ingleses hicieron el primer gol. Harry Kane condujo el contraataque, Trippier recibió por la derecha, y luego vio la incorporación de Shaw por la banda derecha. Con un potente golpeo, hicieron el 0-1 en el minuto 2 y pusieron el partido a favor de Inglaterra.
El gol hizo crecer a los de Gareth Southgate, que siguieron intentando buscar la portería rival. Por su parte, los italianos solo se acercaron con intentos frustrados a la portería de la selección inglesa. Inglaterra tenía las cosas más claras y se sentía mucho más cómoda en el terreno de juego.
Sin embargo, los italianos también quisieron tomar la palabra del partido, sin inquietar mucho la portería de Jordan Pickford, Chiesa obtuvo el empate en un chute lejano después de una jugada individual, en uno de los pocos acercamientos de los de Roberto Mancini. Aun así, en el tramo final de la primera parte, Inglaterra se echó para atrás para defender el resultado y con un buen sistema defensivo pudo mantener el 1-0 antes del entretiempo.
La segunda parte empezó igual que la primera, en la primera jugada de los ingleses, Sterling se internó en el área, entre los centrales italianos que lo obstaculizaron, pero el colegiado no vio suficiente contacto como para pitar pena máxima.
No obstante, el guión del partido fue cambiando ligeramente con acercamientos más agresivos de parte de los azules, entre ellos una internada por la banda de Insigne que no acabó de materializar. Los de Roberto Mancini, tuvieron la posesión y la iniciativa en el segundo tiempo, pero no acabaron de cuajar jugadas claras de ataque, ante una Inglaterra que tampoco estuvo muy fina en ataque.
Los italianos, siguiendo con su estrategia de avance en la segunda parte y después de un intento de Chiesa, que logró parar el portero inglés, finalmente empataron en el minuto 66. En un saque de esquina botado por Verrati, Belotti prolongó y al segundo palo apareció Bonucci para empujar el balón a la red y desatar la locura de la afición ‘azzurri’ en Wembley, poniendo el 1-1 justo en el marcador.
A partir del gol, fueron los italianos los que fueron arriba y los que siguieron con la idea de remontar el partido. Con ello un pase largo de Bonucci a Berardi, estuvo a punto de suponer el 2-1. Finalmente, en los instantes finales Inglaterra presionó mas en un intento de evitar la prórroga, algo que Italia también hizo en los minutos que se añadieron tras el minuto 90.
A pesar de lo acercamientos de ataque que los dos equipos tuvieron durante los 30 minutos de juego adicional, ninguno logró desempatar y resolver el marcador.
Finalmente, la suerte le sonrió a Italia durante los penaltis. Inglaterra falló tres tiros de Rashford, Sancho y Saka, convirtiendo a Italia en campeones de Europa.
