Para Samantha Restrepo, estudiante de la escuela secundaria de East Hampton, el de ayer fue uno de los días más importantes de su vida. Después de todo, uno no se gradúa todos los días de High School y mucho menos en medio de una pandemia.
A pesar de las circunstancias, Samantha y su mamá estuvieron planeando este momento con muchos días de anticipación, para que no faltara ningún detalle en este suceso por el que esperaron toda la vida. Vestido, peinado, toga y ribete, estaban en su punto, aguardando a que dieran las 4 de la tarde, hora demarcada por la escuela para esta ceremonia memorable en la que 225 estudiantes del Distrito Escolar de East Hampton, recibieron su grado.
Samantha había soñado con una graduación muy concurrida, en la que toda la familia pudiera estar presente, pero tuvo que conformarse con que sus más cercanos allegados, la acompañaran, a distancia, observando a través de las ventanillas del carro, el momento en el que recibió el codiciado diploma. Había soñado también con que se sentaría cerca de sus compañeros de clase, para disfrutar juntos de ese último instante de escuela, pero a cambio tuvo que verlos de lejos y celebrar con señas su triunfo y el de sus amigos. Aún así, nada pudo quitarle la emoción y el orgullo de haber culminado con éxito esta etapa de su vida.
“Me siento muy afortunada de haber tenido una graduación física, con todos mis amigos y no una virtual. Obviamente nunca me imaginé que fuera así pero al menos tuve una y estoy orgullosa de mi”, dijo Samantha.

Aunque el gobernador Andrew Cuomo autorizó que se realizaran ceremonias de graduación presenciales hasta con 150 personas, a partir del 26 de junio, la medida no era suficiente para el número de estudiantes y asistentes que implicaba la graduación de la clase 2020 de este distrito escolar, por lo que una ceremonia en carros, con transmisión en pantalla gigante, como en los autocinemas, fue la mejor alternativa.
A través de la pantalla los estudiantes vieron el mensaje de motivación del cantante y compositor Jimmy Buffet, quien exhortó a los alumnos a tomar esta graduación en medio la pandemia del coronavirus, como una enseñanza de vida.
“Puedo decirles por experiencia como marinero -y estoy seguro de que hay muchos marineros allí afuera en la Clase de 2020 de EHHS-, que el destino que se planea tal vez hoy o más adelante, puede no ser su aterrizaje final. Así que un consejo sería tener siempre un plan B. Para mi no es que las cosas no sucedan, sino que las cosas pasan por una razón. Yo estaba supuesto a ser un graduado de la Academia Naval, pero terminé con una guitarra en un escenario de New Orleans y creo que funcionó”, dijo el cantante en su mensaje.
“Estamos muy agradecidos con la escuela porque sabemos que hicieron muchos esfuerzos para poder realizar una ceremonia un poco más parecida a las normales y sabemos que no fue nada fácil”, dijo Catalina Diaz, madre de Samantha, quien cuenta a manera de anécdota que hace exactamente 18 años ella se graduó de la misma escuela, estando embarazada de Samantha.
“Yo le digo a Samantha que ella ya se había graduado porque cuando yo recibí mi diploma estaba embarazada. Ya me había graduado en Colombia, pero cuando llegué a este país me pusieron en décimo grado para aprender el idioma y tener un diploma de acá. Me gradué con honores, fui una de las pocas estudiantes latinas que se graduó bajo la National Honor Society en esa época”, recuerda Catalina.
Samantha se prepara ahora para instalarse en Rhode Island, en el mes de agosto, porque estudiará Psicología e inducción a las leyes, en la universidad Johnson and Wales. Su meta es ingresar posteriormente a una escuela de leyes, porque quiere ser abogada de custodias y trabajar en el Servicio de Protección de Menores. Mientras eso sucede, asegura que se lleva las mejores memorias de este momento único e irrepetible, al haberse graduado de secundaria en medio de una crisis mundial.
La ceremonia de ayer contó con el apoyo logístico de la policía de East Hampton, para coordinar el acceso de todos los carros y garantizar que a pesar de la emoción y la nostalgia se cumpliera con los mandatos de distancia social. Después de la graduación se dio inicio a varias caravanas de carros con las que los estudiantes cerraron con broche de oro este episodio histórico de sus vidas.