Una mujer de Central Islip fue sentenciada hoy a una pena de entre 25 años y cadena perpetua, luego de que un jurado la encontrara culpable del asesinato de un residente Aquebogue, en marzo del 2020. La mujer fue condenada además a una pena consecutiva de entre dos y 1/3 a 7 años, por posesión de una versión falsificada del testamento de la víctima, en un intento por robar una de las casas que el hombre poseía, dijo el fiscal de distrito del condado de Suffolk, Raymond A. Tierney, esta tarde, en un comunicado.
Donatila O’Mahony fue hallada culpable el 24 de enero de 2023, después de un juicio con jurado ante la Corte Suprema de Justicia, por los delitos de asesinato en segundo grado, posesión criminal de un documento falsificado en segundo grado, e Intento de hurto mayor en segundo grado, tras la muerte de Lee Pedersen, de 69 años.
“Este fue un asesinato a sangre fría alimentado por la codicia, la traición y el total desprecio por Lee Pedersen, todo con el fin de robar la casa de la víctima”, dijo el fiscal de distrito Tierney. “El único nuevo hogar en el que vivirá esta acusada como resultado de sus acciones, es la prisión”.
La prueba en el juicio estableció que el 8 de marzo de 2020, el cuerpo de Pedersen fue descubierto en su casa de Aquebogue, con un una sola herida de bala en la nuca. La policía determinó que varios artículos, incluido el teléfono de Pedersen, las llaves del automóvil y el dinero en efectivo, faltaban en su casa. Las autoridades obtuvieron posteriormente videos de vigilancia, registros de teléfonos celulares, además de realizar entrevistas con varios de los amigos de Pedersen, incluida O’Mahony, dijo el fiscal.
En 2019, antes del asesinato, O’Mahony le pidió a un amigo en Nueva Jersey que comprara una pistola Sig Sauer de 9 mm, que luego usaría para matar a Pedersen, dijo el fiscal. En la noche del asesinato, tomó prestado el auto de ese mismo amigo, que fue captado por cámaras de vigilancia en la casa de la víctima. El vehículo también fue registrado en videos de seguridad, regresando a la casa de O’Mahony, varias horas después del asesinato, dice el recuento de la fiscalía.
El comunicado del fiscal añade que cuando la mujer regresó a su casa, le pidió a su amigo de Nueva Jersey que se deshiciera de varios artículos, incluida la pistola Sig Sauer de 9 mm que le había comprado, municiones, y ropa. El amigo de O’Mahony destruyó la pistola y se deshizo de las prendas, pero guardó en su casa la bolsa de plástico que contenía las municiones. El paquete fue recuperado posteriormente por la policía y el laboratorio criminalístico del condado de Suffolk llevó a cabo un análisis forense que reveló la presencia del ADN de O’Mahony y Pedersen.
La fiscalía dijo que la mujer también tenía en su poder un testamento falsificado, en el que la víctima le dejaba su casa a O’Mahony. Sin embargo durante la investigación policial, las autoridades recuperaron el testamento auténtico de Pedersen y se estableció que nunca le había heredado propiedad alguna.