Los rastreadores de contacto son una especie de ejercito creado para hacerle seguimiento a los casos positivos de COVID-19. Tienen la misión de identificar a las personas que estuvieron en contacto con cada uno de los pacientes diagnosticados con el virus, para poder determinar si estas personas también son portadores. La tarea de este ejercito no es sencilla, porque a parte de investigar, deben ubicar y llamar a individuos, que en muchos casos se niegan a dialogar.
De acuerdo con Olga El Sehamy, Directora de Servicios Humanos del condado de Suffolk y quien además hace parte del batallón de rastreadores de esta región del estado, una de las principales dificultades con las que se han encontrado, es la negativa de la gente a contestar ciertas preguntas, casi siempre por miedo o desconocimiento.
“La gente tiene que saber que no nos interesa su estatus migratorio, ni si está indocumentado, cuando les preguntamos con cuántas personas viven, es justamente para poder seguir identificando posibles casos de COVID-19”. Aseguró Olga.
El estado de Nueva York habilitó una línea a través de la cual los rastreadores harán su trabajo. En los teléfonos inteligentes esa llamada aparecerá en el identificador como “NYS Contact Tracing”. Las autoridades regionales quieren que usted sepa que si en algún momento una llamada identificada de esa manera entra a su teléfono, es porque alguien que ha sido diagnosticado con COVID, dio su información y los rastreadores quieren determinar qué tan expuesto ha estado usted al virus, para poder ayudarlo.
Si ve ese anuncio de llamada entrante en su teléfono, debe saber que no es un fraude, se trata de un rastreador de contacto y contestarle puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, para usted a alguien que usted conoce.