Dos jóvenes ecuatorianos que venían en camino hacia nuestra área, a través de una difícil correría por la frontera entre México y Estados Unidos, han sido reportados como desaparecidos por sus familiares en Nueva York, con la esperanza de que sus compañeros de travesía por el “despiadado” desierto de Texas, puedan reconocer sus fotografías y darles alguna razón del paradero de sus seres queridos. La denuncia llegó a manos de la firma de asesoría legal 1800 Migrante, que a través de un departamento “probono”, ayuda de forma gratuita a quienes buscan a sus familiares desaparecidos en zonas fronterizas.
“En las últimas semanas, hemos recibido docenas de llamadas y mensajes de solicitud de ayuda desde varias ciudades del Ecuador, son sus familiares desesperados por conocer algo sobre sus seres queridos que están desaparecidos en las fronteras, esto es una CRISIS HUMANITARIA que el gobierno ecuatoriano ya no puede ignorar y que es necesario acciones concretas para evitar tanta tragedia” dijo William Murillo, vocero de la organización.
De acuerdo con el relato de sus familiares, Cristian Lupercio de 21 años, residente de Cuenca y Evelin Quichimbo, de 24, quien vivía en la parroquia San Juan del cantón Gualaceo, en Azuay, emprendieron en noviembre del año pasado un recorrido a través del desierto. Se conocieron durante la travesía y los obstáculos del camino, terminaron uniéndolos. El cruce caminando, debía tomarse 3 días, pero ya llevaban más del tiempo presupuestado y las provisiones de agua y alimentos empezaron a escasear, al igual que sus fuerzas.
“El coyotero que los guiaba se perdió en el camino y del grupo principal 4 jóvenes migrantes se iban quedando detrás del resto, al Quinto día, ya no tenían ni agua ni alimentos, dos jóvenes se quedaron bajo un árbol, porque ya no podían caminar más, los otros dos avanzaron, descansaron y caminaron un poco, hasta ser detenidos por la patrulla fronteriza”, le relataron los familiares a la organización 1800 Migrante.
Los jóvenes que se quedaron rezagados sin poder avanzar, son los mismos que ahora están siendo buscados por sus familiares desesperadamente, ya que desde el 27 de noviembre de 2020 no saben nada de ellos.
Cristián trabajaba en Cuenca como taxista pirata, pero ya había tenido dificultades con la justicia, por este tipo de oficio irregular. Cuando la pandemia del Covid azotó con fuerza al Ecuador tomó la decisión de dejar su país y desafiar los peligros de la frontera.
“Ya no pudo trabajar, tenía miedo de las multas y me pidió que le ayudara a venir a Estados Unidos, y así lo hicimos” dijo Claudio Lupercio, padre de Cristián, quien vive hace 16 años en Nueva York. Él asegura que dejó a su hijo cuando tenía 5 años de edad y desde ese entonces no lo veía. La esperanza del reencuentro lo alentó a ayudarlo a realizar este viaje.
Por su parte Evelin Quichimbo, estilista de profesión, intentaba llegar a los Estados Unidos para reencontrarse con su hermana, quien vive en este país desde hace una década.
“Ella decía, ya vas a ver ñaña que yo también llegaré a Estados Unidos para estar juntas y salir adelante”, recuerda Cristina Quichimbo, hermana de Evelin. “Era muy creyente, tenía mucha fe en que iba a llegar. Ya estamos desesperados y mis padres enfermándose por que la incertidumbre nos consume”.
“El 27 de noviembre del 2020, fue la última vez que se comunicaron, nos dijeron que iban a apagar los celulares y que cuando llegaran al otro lado se comunicarían con nosotros, eso nunca pasó” dijo Claudio Lupercio.
La organización que recibió la denuncia, dice que con estos dos nuevos casos de jóvenes, la entidad completa un registro de 143 migrantes ecuatorianos desaparecidos en las fronteras. Sólo en lo que va corrido del 2021, la firma ha recibido 12 casos. Lo que más les preocupa ahora, son las agobiantes condiciones climáticas que empiezan a golpear por estos días a la zona fronteriza. Una ola de calor con temperaturas superiores a los 40 grados Fahrenheit, se convierte en otro factor en contra de los viajeros.
“Estas altas temperaturas van a ser las causantes de muchas muertes de migrantes, y recién empieza el verano, julio y agosto serán más calientes y causarán mucha tristeza a varias familias ecuatorianas que tienen a sus seres queridos cruzando las fronteras en este clima y que perecerán en el intento” dijo Murillo, quien cada vez que denuncia un caso de desaparecidos en la frontera, hace un llamado a sus connacionales para que lo piensen dos veces, antes de iniciar esa correría de la que muchos no salen con vida.
Cualquier información relevante sobre el paradero de estos jóvenes, puede ser suministrada llamando a William Murillo al 631 408 1994