Las cifras de hospitalizaciones, intubaciones y cuidados intensivos, siguen mostrando un descenso considerable, lo que ha producido que la curva que muestra el comportamiento del COVID-19 en el estado de Nueva York, esté oficialmente en descenso, después de haber superado los puntos más altos. Esta situación es catalogada por el gobernador Andrew Cuomo, como la mejor de las noticias, ya que le ha dado un respiro al sistema de salud. Sin embargo no todo es positivo, en las últimas 24 horas al rededor de 2 mil personas fueron diagnosticadas con COVID-19, una cifra similar a la que se presentaba a finales de marzo, cuando la curva alcanzó puntos preocupantes. “Si el sistema de salud no se hubiera descongestionado con los pacientes que han sido dados de alta, ésta sería una noticia devastadora. Si bien hemos superado la meseta de la curva, ese sigue siendo un número abrumador, aún no estamos en una buena posición”, indicó el gobernador.
En la última jornada 540 personas perdieron la batalla contra el COVID-19 y el número de víctimas fatales que ha dejado esta crisis en el estado, supera este sábado las 13 mil personas. Los reflectores siguen apuntando a las residencias de ancianos en donde se reportan 36 vidas perdidas en las últimas 24 horas. “Los hogares de ancianos son el mayor temor en todo esto. Personas vulnerables reunidas en un mismo lugar, son un caldo de cultivo para el virus”, agregó Cuomo.
El mandatario dijo que a pesar de los avances, “no estamos en el punto de reabrir nada todavía, pero estamos planeando para cuando llegue el momento”. El principal desafío sigue siendo realizar pruebas a gran escala, que permitan hacerle seguimiento a los casos positivos y determinar con cuántas personas más, estuvieron en contacto esos individuos, una tarea que necesita un verdadero ejercito, según indicó el gobernador.
El mandatario insiste en que se hace urgente el apoyo del gobierno federal para poder reabrir la economía sin que el virus contraataque. “Cuando se ponga a las personas de nuevo en el sistema de transporte, en los negocios, en los lugares de trabajo, vamos a ver que la infección se disparará. Por eso necesitamos hacer pruebas en masa y eso no podemos hacerlo solos”. Cuomo habló de la posibilidad de convocar a las grandes compañías productoras de maquinarias e insumos para este tipo de pruebas, con el fin de que produzcan todo lo que los estados necesitan para realizarlas y no depender de China. Pero enfatizó en que esta tarea sólo puede ser posible si el gobierno central asume el liderazgo y coordina el trabajo de las compañías y de los laboratorios a lo largo y ancho del país.
El gobernador terminó su rueda de prensa matutina con lo que calificó como una opinión personal, “Por algo nos llamamos los Estados Unidos. No es momento de divisiones políticas, es momento de estar unidos”, recalcó.