La Policía del Condado de Suffolk anunció este martes que se ha reforzado la presencia de las fuerzas del orden, en instituciones religiosas locales tras el tiroteo ocurrido el pasado 28 de septiembre en una iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Michigan.
Aunque las autoridades confirmaron que por el momento no existen amenazas creíbles en esta zona, se han incrementado las patrullas como medida preventiva y de seguridad para la comunidad.
De acuerdo con una publicación conjunta emitida por el ejecutivo del condado de Suffolk, Ed Romaine y el comisionado de la policía, Kevin Catalina, los oficiales se mantienen en constante monitoreo de la situación y en comunicación con agencias policiales asociadas.
El departamento recordó a los residentes la importancia de mantenerse atentos y llamar de inmediato al 911 en caso de observar cualquier actividad sospechosa.
Al menos 4 personas murieron y otras ocho resultaron heridas después de que un hombre de 40 años estrellara su auto contra la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Grand Blanc, Michigan y posteriormente abriera fuego indiscriminadamente contra los feligreses. El atacante generó un incendio intencional en el centro mormón, antes de ser ultimado por las autoridades.
La policía sigue trabajando en la zona donde se reportan varios desaparecidos, por lo que no se descarta la posibilidad de encontrar más víctimas en el lugar.