Las voces se han escuchado fuerte y claro a lo largo de todo el territorio nacional. Millas y millas separan una marcha de la otra, pero el clamor de justicia es el mismo. El detonante fue la muerte de George Floyd el 25 de mayo pasado, pero la lista de víctimas fatales por abuso policial, racismo y discriminación, es extensa y la paciencia de quienes han sido espectadores, es cada vez más corta. La gota del caso Floyd derramó el contenido de inconformidad que ahora parece imparable: El viernes fue en Sag Harbor, ayer en Westhampton y en East Hampton, hoy en Southampton y nuevamente en East Hampton, solo por mencionar algunas de las protestas que se han realizado en nuestra área.
Los manifestantes coinciden en que este impulso debe producir acciones que generen un cambio radical y definitivo. Así lo expresaron en la marcha que recorrió durante la tarde de hoy las calles de East Hampton. A las dos en punto cientos de personas se reunieron en el tradicional molino de viento, llevando pancartas alusivas a la muerte de George Floyd y a la injusticia del suceso. Minutos más tarde iniciaron la caminata al rededor del sector coreando, una y otra vez, el nombre de la víctima más reciente.
La marcha culminó como han terminado casi todas en los últimos días, con los asistentes acostados boca abajo sobre el pavimento, recreando los fatídicos 8 minutos 46 segundos en los que Floyd imploró que lo soltaran para poder respirar, antes de perder la conciencia por la presión de un agente de policía sobre su cuello.
“I can’t breathe” (no puedo respirar), fue el coro que se escuchó en repetidas ocasiones, durante la protesta de East Hampton. Después de la marcha un sentido minuto de silencio selló la caminata, para darle inicio a la ronda de oradores.
Taliya Hayes, estudiante de la escuela secundaria de East Hampton y una de las organizadoras de la manifestación de hoy, tomó el micrófono para pronunciar algunos de los nombres de las víctimas de abuso policial, como el que le costó la vida a George Floyd y le pidió a la audiencia que después de cada nombre dijeran al unísono “Say Their Name” (diga su nombre). La petición fue seguida al pie de la letra por la audiencia, dándole vida a un momento bastante emocional.
Foto: Tu Prensa Local por Anna Skrenta
“No es suficiente con no ser racista. Tenemos que ser activamente antirracistas y eso empieza en su propia casa. El silencio no es solo complicidad, sino que contribuye directamente a la violencia” dijo Anna Hoffman, estudiante de la escuela secundaria de East Hampton, otra de las organizadoras del evento.
“Tenemos el poder y el privilegio de pararnos por la gente oprimida de este país, llame a sus senadores, a sus oficiales locales, vote”, agregó
“Votar es hoy más importante que nunca y por favor entienda que su voto sí cuenta” añadió Taliya Hayes.
La marcha de hoy, como todas las que se han realizado en el East End, se desarrolló de manera pacífica ante la mirada espectadora de policías de East Hampton, quienes fueron respetuosos de la protesta, cerraron algunas vías y desviaron el tráfico de otras, para garantizar la movilidad en la zona.