Las cenizas de lo que fue la vieja casa estilo victoriano, de 116 años de historia, ubicada en el 46 de East Second Street, son hoy la prueba irrefutable del horror que se vivió en la edificación multifamiliar de tres pisos, en la noche del martes.
En las afueras de la casa, la comunidad ha empezado a poner veladoras y flores, para pedir por el eterno descanso de las 5 personas que perdieron la vida en el siniestro. Y hasta allí todos llegan con la misma pregunta: Qué pasó la noche del 16 de noviembre?
Aunque la investigación está en curso, los detectives del Escuadrón de Homicidios de la Policía del Condado de Suffolk y de la Sección de Incendios Premeditados coincidieron en sus primeros análisis, en que no creen que haya habido manos criminales detrás del incendio reportado a las 10:38 de la noche. Los investigadores dicen que por tratarse de una casa de más de un siglo, con una armazón de madera, el fuego se propagó sin tregua, en segundos, dándoles muy poca capacidad de acción a los organismos de socorro.
A parte de las cinco víctimas fatales, en la edificación había cinco personas más, repartidas entre el segundo y el primer piso de la vivienda, incluida la dueña de la casa, identificada como Carmela Cannella, residente del primer piso. Las cinco personas salieron ilesas de la emergencia.
Las autoridades dijeron que no creían que hubiera detectores de fuego en la vivienda, para alertar a los habitantes sobre presencia de fuego. Los expertos creen que los residentes del último piso probablemente perdieron la vida en su intento por escapar de las llamas.
Una investigación a fondo de la estructura definirá el origen del fuego y la razón por la cual la mitad de los residentes no pudieron salir con vida y la otra mitad están a salvo.
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