Residente de Patchogue emprende cruzada para reunir los fondos necesarios para la batalla legal que se les avecina tras arresto de su esposo el miércoles pasado por parte de ICE

La joven de 20 años se ha quedado sola con una bebé de 1 año y 5 meses

In campaña, Inmigración, Portada by Juliana HolguinLeave a Comment

La joven familia de Andy Ortiz, fue abruptamente separada el miércoles pasado, tras su detención por agentes de ICE en inmediaciones de Patchogue. Foto: Cortesía

Hasta el miércoles pasado la vida de Génesis y Andy, una joven pareja residente de Patchogue, transcurría de manera tranquila y feliz.  Andy, de 24 años y Génesis de 20, hacían planes para el futuro, soñaban con comprar una casa en los Estados Unidos, darle forma al llamado sueño americano y asegurarle un porvenir próspero a su hija de un año y 5 meses.  Según palabras de Génesis, a pesar de estar enterados de los peligros que afronta la comunidad inmigrante en estos momentos, y de ser conscientes de su propia vulnerabilidad, jamás imaginaron que esa realidad, dura y agobiante, tocara a su puerta en las primeras horas del 27 de agosto.  

“Yo sabía que había todo eso de ICE, pero nunca pensamos que nos pudiera pasar a nosotros.  Es como algo que pasó de la nada, nos cayó como un balde de agua fría”, dice Génesis.

Su pareja, Andy Steven Ortiz, salió ese día como de costumbre a esperar a su suegro en las afueras del edificio de apartamentos donde vive con ella.  Ahí lo recogía todos los días para ir juntos a su trabajo en una empresa de construcción.  En ese mismo punto, sobre la Maple Avenue, otros de sus vecinos también aguardaban por familiares, amigos o compañeros de trabajo, para desplazarse a sus respectivas jornadas laborales y fue hasta allí donde llegó un grupo de supuestos agentes de ICE, vistiendo ropa de civil y chalecos policiales, aparentemente buscando a una persona en especial.

“Lo abordaron preguntando si conocía a una persona y a todos los que estaban ahí les preguntaban lo mismo y luego se los llevaron”, dice Genesis.  “No les pidieron identificación, ahí adentro hay gente que tiene Green Card y social y están detenidos igual”.   

“Mi papa me llama y me dice, ‘puedes decirle que baje’, y yo le dije pero si él ya bajó y me dijo ‘no está y acá abajo está inmigracion’. Y dice ‘yo creo que ya le llevaron’.  Yo justo tenía la ubicación de él compartida a mi iCloud y vi que ya iba por el highway”.

Escenas del operativo de ICE en Maple Avenue, Patchogue el pasado 27 de agosto de 2025, cuando Andy Ortiz, de 24 años, fue arrestado. Foto: Cortesía

Genesis asegura que sintió que el mundo se le vino encima.  Eso que había visto en las noticias de los últimos días y que parecía tan lejano, le estaba sucediendo a su familia.  ICE se llevó a su compañero de vida, al padre de su hija y al sustento de su hogar.

“Primero me llamó el día jueves en la tarde a decirme que estaba en Central Islip, que había más personas y que las mandaron a Manhattan, pero a él lo dejaron.  Luego me llamó al siguiente día a decirme que ya estaba en Manhattan y que ya le habían dado un número de caso”, relata.  “Me llamó hoy en la madrugada pero ya lo habían llevado a Pensilvania, estaba como a 5 horas de aquí”.

En las pocas comunicaciones que han tenido, Andy le ha narrado a Génesis, las difíciles condiciones que afronta. No solamente por al hacinamiento al que están siendo sometidos los detenidos, compartiendo un espacio con decenas y decenas de arrestados, sino también porque, de acuerdo con sus testimonio, les limitan las necesidades básicas del ser humano.

“Me contó que las cosas estaban feas, que no les dejaban tomar agua de la llave que necesitaban dinero para que puedan tomar agua de las tiendas que están allá adentro, no les dejan tomar ni agua”, dijo.  “Les dan dos comidas al día, una en la mañanita y otra como a las 4 d ella tarde.  Ya le dieron un uniforme tomate, dijo que había muchos inmigrantes ahí, dijeron que si eso se sigue llenando los llevan a otro lugar y así los van trasladando”.

En las llamadas también le ha pedido que intente conseguir un abogado que puede pelear por su caso y sacarlo bajo fianza.  Dos tareas para las que se necesita una suma de dinero de la que Génesis no dispone en estos momentos.

Por eso es que intento recaudar dinero porque el precio es demasiado alto, tengo que esperar una corte que es el 11 de septiembre. Me dijeron que si pedían una fianza para poder salir es demasiado alta la cantidad y yo no dispongo de ese dinero”.

La joven esposa ha puesto manos a la obra para apoyar desde afuera a su compañero de vida.  Se propone reunir los 10 mil dólares que le está cobrando la abogada para iniciar un caso de asilo político y además tener a la mano el dinero necesario para pagar una fianza cuando la abogada consiga esa opción.

“Una fianza va entre 8 mil y 20 mil dependiendo de cada caso, porque todo caso es diferente”, dice.

Ella está aferrada a la esperanza de que con asistencia legal podrá reunirse nuevamente con su esposo.  No quiere pensar, por el momento, en ninguna otra posibilidad y ha decidido concentrar todas sus energías en reunir el dinero.  

“Yo tengo mucha fe en que el va a estar de nuevo con nosotros.  Solo quiero confiar en Dios, que el va a estar aquí de nuevo”, dice.  “Que por favor nos ayuden. Estamos en una situación muy difícil que en verdad no se la deseo a nadie.  Somos personas que hemos venido aquí a trabajar humildemente y aveces nos pasan cosas que no entendemos.  Es verdad que estamos en un país que no es de nosotros, pero siempre hemos estado haciendo las cosas bien, con honradez, con humildad, si pudieran ayudarme con lo que sea yo les agradezco de todo corazón, así sea un dólar”. 

Genesis asegura que su esposo no tiene antecedentes legales, jamás había sido arrestado y desde que llegó hace 5 años a los Estados Unidos, se ha dedicado a trabajar incansablemente para ayudar a su madre y sus hermanos y a la familia que después conformó con ella.  Por eso, ahogada en llanto, le pide a la comunidad que no la deje sola en estos momentos y a las autoridades federales que paren de una vez por todas la persecución contra la comunidad trabajadora. 

“Que se pongan la mano en el corazón, que piensen en las familias que se están separando, que la felicidad queda de por medio.  Hay personas que vienen a trabajar humildemente con las manos limpias.  Que Dios toque el corazón de las personas que están llevando a cabo todas esas cosas, porque las familias deberían estar juntas”.

Si usted quiere contribuir con esta causa, haga click aquí para especificar el monto de su donativo.  Recuerde que esta es una situación que le puede pasar a cualquiera en estos momentos.  Pero entre todos podemos ayudarnos, entre todos podemos brindarnos, unos a otros, esa mano amiga tan necesaria en estas circunstancias. Hoy más que nunca cobra vigencia la famosa frase de “hoy por mi, mañana por ti”.

About the Author
Juliana Holguin

Juliana Holguin

Juliana es editora, periodista y comunicadora social de Tu Prensa Local. Tiene una larga trayectoria trabajando en diversos medios de comunicación, especialmente televisión, periódicos y revistas. Su labor periodística ha sido reconocida con 6 premios de periodismo, entre ellos el Premio Nacional Simón Bolívar de Colombia y una docena de premios del Press Club of Long Island. Escríbele un correo a juliana@tuprensalocal.com

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