Más de una treintena de líderes comunitarios y representantes de los llamados trabajadores excluidos, se dieron cita este jueves, en las afueras de las oficinas del estado de Nueva York, en Hauppauge, con un clamor urgente: que la gobernadora Kathy Hochul y los legisladores estatales, tomen medidas inmediatas para ampliar el capital del fondo de trabajadores excluidos y ajusten las regulaciones de solicitud, con el fin de que aquellos que no alcanzaron a beneficiarse de este impacto, reciban el tan anunciado apoyo.
Los miembros de la Coalición del Fondo para Trabajadores Excluidos, EWF, por sus siglas en inglés, pidieron que todos aquellos que debido a su estatus migratorio, se quedaron por fuera de los auxilios federales brindados por el gobierno ante la pandemia, no sean excluidos una vez más.
“Los trabajadores excluidos no deberían ser excluidos de un fondo que fue creado para los trabajadores excluidos, eso no tiene sentido“ dijo Ani Halasz, Director Ejecutivo de Long Island Jobs with Justice.
El estado anunció la semana pasada que los fondos de 2.1 billones de dólares destinados para auxiliar a este sector de la población, ya se agotaron y que sólo las solicitudes recibidas hasta el viernes 8 de octubre serían tenidas en cuenta, lo que deja por fuera a miles y miles de trabajadores, bien sea porque no alcanzaron a diligenciar sus peticiones o porque luego de someterlas, encontraron una y mil trabas. Por eso exigen al estado que cumpla con sus promesas.
“El Fondo para Trabajadores Excluidos fue un compromiso del estado de Nueva York, ganado con esfuerzo, para finalmente remediar la exclusión inhumana de jornaleros, trabajadores domésticos y tantos otros trabajadores inmigrantes, de sus derechos tanto al alivio de la pandemia como al seguro de desempleo. Hacemos un llamado a la gobernadora Hochul para cumplir con esa promesa, financiar completamente el EWF y garantizar que cuando Nueva York acepte el trabajo de los trabajadores, también respete sus derechos,” dijo Nadia Marin-Molina, de la Red Nacional de Organización de Jornaleros.
Durante la jornada de protesta de hoy fueron pasando al frente todos los trabajadores excluidos que estaban presentes. Cada uno de ellos con una historia sobre la importancia que tiene este fondo para la recuperación de su fracturada economía familiar, que en tiempos de pandemia prácticamente colapsó. Algunos con buenas noticias, como Libia Duran, miembro del Centro de Derechos Laborales de Hempstead, quien aunque aún no ha recibido el auxilio, ya obtuvo una notificación de aprobación y ha empezado a hacer planes con el dinero.
“Ahora este fondo nos da un poco de alivio en nuestras necesidades. Me servirá para cubrir cuentas pendientes, ayudar a mi hijo que se graduó de la escuela y pueda ir al colegio y me servirá para comprar unas herramientas para mi trabajo”, dijo.
La suerte ha sido muy diferente para Heidi Salguero, miembro de CASA, quien aunque no fue despedida de su trabajo durante la pandemia, se vio obligada a renunciar, para ayudar a su hijo de 8 años con sus clases virtuales. La economía de su familia se vio seriamente resentida y a pesar de que fue una de las primeras personas en aplicar al fondo, lo único que ha recibido hasta ahora, es un sin número de negativas.
“No he tenido suerte fui de las primeras que aplicó en el mes de septiembre y todavía estoy esperando ser aprobada”, dice Heidi. ”Tengo una esperanza de que ahora haya una ayuda para todos los que nos quedamos en la sombra“.
De acuerdo con cifras del Departamento del Trabajo, hasta el viernes 8 de octubre se recibieron 350,823 solicitudes para el fondo, de las cuales sólo 122,069 fueron aprobadas..
La coalición recalcó hoy que regiones como Long Island se han quedado rezagadas en la distribución de los recursos del fondo, recursos que han sido realmente esquivos para nuestra comunidad inmigrante.
“New York City es el hogar del 73% de trabajadores indocumentados y recibió 81% de los recursos de este fondo. Long Island es hogar del 12% de trabajadores indocumentados y recibió solo el 10% de los fondos“, dijo Dilsie Erazo, miembro de SEPA Mujer.
Según datos entregados por la coalición de trabajadores excluidos, en Long Island se sometieron 38.083 solicitudes y sólo 13.637 fueron aprobadas por el Departamento del Trabajo.
“Muchos trabajadores agrícolas no alcanzaron ni siquiera a tener la información en sus manos para aplicar, a parte de que ellos tienen miedo”, dijo Noemí Sánchez, coordinadora asociada de Rural and Migrant Ministry. “Esta semana que se cerró la aplicación he recibido docenas de llamadas todo el día pidiendo que quieren llenar la aplicación. Desafortunadamente solo un 5% de los trabajadores han aplicado y a los que han aplicado se les ha pedido más de cuatro o cinco veces la información que ellos ya enviaron”.
“La descontinuación de este fondo crea desequilibrios en todo el estado, lo que constituye un obstáculo más para los trabajadores excluidos”, dijo el legislador Sam González. “Es importante que los trabajadores excluidos tengan acceso a los recursos que necesitan para mantenerse seguros y económicamente a flote”.
El Fondo de Trabajadores Excluidos abrió en agosto después de un esfuerzo de un año por parte de los trabajadores excluidos en todo el estado. Los neoyorquinos que no fueron tenidos en cuenta en ninguno de los auxilios de la pandemia, lucharon con uñas y dientes para poder acceder a un alivio económico que les permita recuperarse después de perder sus ingresos y quedar injustamente fuera de todo apoyo.
La Coalición de Long Island está confirmada por SEPA Mujer Inc., el Centro Corazón de María, Long Island Jobs with Justice, National Day Laborer Organizing Network (NDLON), Rural Migrant Ministry, Workplace Project, HALAFI- Haitian American Families of Long Island, Empire Justice Center, Central American Refugee Center, NY Immigration Coalition (NYIC), Empire Justice Center, NYIC, Freeport Worker Justice Center y Youth and Adolescent Services EOC of Suffolk, Inc
Con esta solicitud se inicia una nueva batalla que busca que el impacto de estos beneficios llegue verdaderamente a todos los excluídos.