Michael Khodorkovskiy, de 45 años y residente de Brooklyn, fue sentenciado este 29 de mayo a 10 años de prisión, seguidos de cinco años de supervisión posterior a su liberación, por liderar una sofisticada operación de venta y distribución de cocaína desde la ciudad de Nueva York hacia el East End de Long Island, incluyendo East Hampton y Montauk, según informó el fiscal de distrito del condado de Suffolk.
La condena se dictó luego de que Khodorkovskiy se declarara culpable el pasado 21 de abril del delito grave de venta criminal de una sustancia controlada en segundo grado.
De acuerdo con el recuento del fiscal, la operación fue descubierta gracias a una investigación de largo plazo liderada por la Fuerza de Tareas de Drogas del East End. Entre julio de 2023 y agosto de 2024, Khodorkovskiy vendió grandes cantidades de cocaína a un oficial encubierto cerca de su residencia en Brooklyn, con el conocimiento de que la droga sería distribuida en Suffolk. También viajó personalmente a East Hampton para concretar ventas directas de estupefacientes con otro agente encubierto, anticipando la alta demanda de drogas durante los meses de verano en zonas turísticas como los Hamptons.
Durante el arresto, ocurrido el 2 de agosto de 2024, las autoridades confiscaron más de un kilo de cocaína, MDMA y descubrieron un compartimento oculto —o “trampa”— en un vehículo Mercedes Benz propiedad del acusado. En su apartamento en Brooklyn, los oficiales encontraron $38,550 en efectivo y 39 monedas de oro valoradas en unos $100,000. La investigación financiera posterior permitió incautar otros $395,055 en cuentas bancarias vinculadas al acusado, sumando un total de $572,353 en bienes y fondos incautados, dijo la fiscalía.
“El alcance de esta operación y el nivel de sofisticación demuestran el riesgo constante que representan las redes de tráfico de drogas para nuestras comunidades”, declaró el fiscal de distrito Raymond A. Tierney. “La sentencia impuesta refleja la gravedad de sus crímenes y nuestro compromiso con mantener a salvo al East End del flagelo de la adicción y la violencia asociada al narcotráfico”.
El caso fue investigado y procesado por diversas agencias, incluyendo la Fiscalía del Condado de Suffolk, la Policía de East Hampton, la Policía del Condado de Suffolk, la Policía del Estado de Nueva York, la DEA y la Oficina de la Fiscalía Especial de Narcóticos de la ciudad de Nueva York. La investigación civil de bienes fue dirigida por el Buró de Decomiso de Bienes e Inteligencia de la Fiscalía.