Un hombre del condado de Suffolk, cuyo nombre y foto se mantienen en reserva, con el propósito de proteger la identidad de su víctima, fue declarado culpable en un juicio con un jurado, por cargos que incluyen violación en primer grado, tras abusar sexualmente de una menor por espacio de tres años, según informó esta tarde en un comunicado, el fiscal de distrito del condado de Suffolk, Raymond Tierney.
La evidencia en el juicio estableció que el acusado comenzó a abusar sexualmente de la víctima cuando tenía ocho años y continuó agrediéndola, hasta que la pequeña cumplió 11. La fiscalía dijo que la víctima grabó en secreto conversaciones que tuvo con el acusado en las que lo confrontó sobre el abuso y el hombre terminó dando declaraciones incriminatorias.
La víctima proporcionó esas grabaciones al Departamento de Policía del Condado de Suffolk cuando denunció el delito, y esas pruebas fueron presentadas como evidencia en el juicio.
El fiscal de distrito dijo que estos casos deben servir como escarmiento, para los abusadores se lo piensen dos veces antes de cometer sus crímenes.
“Todos los depredadores de niños deberían analizar detenidamente el momento que enfrenta este acusado por sus actos abominables”, dijo el fiscal de distrito Tierney. “Mi oficina se compromete a proteger a los niños del condado de Suffolk y salvaguardar sus identidades. Esta niña no solo fue valiente al presentarse, sino también inventiva en la forma en que ayudó a la investigación. Mientras tomamos precauciones para proteger sus identidades, continuaremos haciendo pública la justicia que obtenemos para las víctimas de abuso sexual, para que las personas con intenciones de lastimar a los niños, como lo hizo este acusado, puedan ver las consecuencias que podrían enfrentar si deciden cruzar esa línea”.
El 5 de abril el acusado fue condenado después de un juicio con jurado celebrado ante la jueza del tribunal del condado, Karen M. Wilutis, por los cargos de violación en primer grado, un delito grave violento de clase B, acto sexual criminal en primer grado, un delito grave violento de Clase B, y poner en peligro el bienestar de un niño, un delito menor de Clase A.
Debe regresar a la corte el 5 de mayo y enfrenta hasta 40 años de prisión.