La primera estadounidense que recibió la vacuna contra el COVID-19 en 2020 es ahora también la primera en la fila para recibir la última vacuna desarrollada por Pfizer.
Sandra Lindsay, enfermera de profesión, quien fue promovida a vicepresidenta de defensa de la salud pública de Northwell Health recientemente, dijo que se pondrá la vacuna para mantener segura a su familia y reducir la presión sobre los trabajadores de la salud y los hospitales.
“Estoy agradecida de estar en esta posición de ser la primera en recibir esta nueva vacuna de COVID actualizada”, dijo Lindsay. “Pero lo más importante es estar en condiciones de crear conciencia sobre la importancia de vacunarse”.
El Dr. Bruce Farber, jefe de salud pública y epidemiología, dijo que la vacuna actualizada previene enfermedades graves causadas por las cepas de COVID-19, que pueden provocar problemas de salud prolongados.
“En realidad, no es sólo un resfriado”, dijo Farber. “Afecta al corazón. Puede causar fatiga cerebral prolongada y cosas similares. Y esa es la razón por la que estamos impulsando esta vacuna: por la salud pública”.
Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades, o CDC en inglés, recomiendan que todas las personas de más de 6 meses de edad se pongan esta nueva vacuna. Según sus expertos, el virus del Covid muta todo el tiempo y las vacunas disminuyen su efecto a medida que pasa el tiempo. Esta nueva versión que se recomienda no sería un refuerzo, como lo han sido las vacunas anteriores, si no una dosis completa.
La última vacuna ofrece protección contra BA.2, BA.2.86, conocida como “Pirola”, EG.5 conocida como “Eris” y XBB.1.5, para evitar que aumenten las hospitalizaciones durante el invierno.
Para aquellos que recibieron su última vacuna contra el COVID-19 hace varios meses, la CDC recomienda recibir la última vacuna pronto, junto con la vacuna contra la gripe, en octubre.
La vacuna estará disponible en algunas farmacias minoristas, incluidas CVS y Rite Aid, esta semana.
Farber también advirtió sobre una posible “tripledemia” de COVID, gripe y otra infección respiratoria conocida como RSV, a menos que los estadounidenses se vacunen.
La gobernadora del estado de Nueva York también instó a la comunidad esta semana a que se pusieran la nueva vacuna contra el Covid lo antes posible y señaló que ya se han reportado aumentos en los ingresos hospitalarios debido a esta enfermedad.
“Sé que todo el mundo quiere acabar con el COVID, pero el COVID no ha terminado con nosotros”, dijo Hochul. “Los casos han aumentado, eso es un hecho, los casos han aumentado”.
La mandataria dijo también que los neoyorquinos no deberían confiar en el hecho de que se hayan puesto la vacuna en el pasado, porque “no les ayudará esta vez”.
Hochul sin embargo señaló que no ve prevee que el estado regrese a los mandatos, incluido el llevar máscaras de forma obligatoria.