El gobernador Andrew Cuomo tocó esta mañana la emblemática campana de la bolsa de Nueva York y de esta manera el piso de operaciones de este símbolo de la economía mundial, reanudó actividades en medio de restricciones y nuevas medidas de salubridad. El mandatario dijo que tradicionalmente el fin de semana de “Memorial Day” es tomado como un punto de transición hacia el verano, pero que en esta oportunidad será tomado como el punto de partida de un nuevo capítulo en la lucha contra la pandemia del Coronavirus.
“Vamos a pasar la página del COVID-19 y vamos a empezar a enfocarnos en la reapertura, en cómo reabrir y qué tan inteligentes somos mientras reabrirnos”, dijo Cuomo.
Las cifras de hospitalizaciones en todo el estado reportan hoy los números más bajos desde que se inicio esta emergencia hace tres meses, con 200 nuevos casos en 24 horas. En la última jornada 73 personas perdieron la vida por causa del virus y aunque es una noticia terrible, especialmente para los familiares de esas 73 personas, la realidad es que se convierte en una buena noticia, si se compara con los días en los que los muertos se contaban por miles, señaló el gobernador.
El nuevo capítulo en esta “saga” como la ha denominado Cuomo, implica un compromiso claro y absoluto por parte de cada ciudadano, para que las normas de distancia social, prevención y protección, se cumplan al pie de la letra. Esta nueva etapa también exige un trabajo disciplinado por parte de los ejecutivos de todos los condados que han reabierto sus economías.
“Los ejecutivos deberán vigilar los números y si ven algo anormal tienen que saltar de inmediato”, señaló el mandatario.
Con la reapertura de Long Island, programada para mañana, 9 de las 10 regiones que componen el estado, estarían en la FASE UNO de la reapertura, quedando únicamente pendiente la ciudad de Nueva York.
Hoy más que nunca llevar una máscara facial o tapabocas, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, dijo Cuomo. Del trabajo de todos y de la seriedad con que se asuman las medidas de prevención durante el proceso de reactivación de la economía, dependerá que se pueda mantener el virus controlado y que las segundas oleadas que han previsto los expertos, se queden únicamente en proyecciones.
