Vidal Martínez Romero, conocido como “Poshco”, oriundo de México y residente de Brooklyn desde hace 18 años, tenía tres claras pasiones en la vida: su familia, la música y nadar.
Sonriente, de mirada plácida y cabello largo y plateado, Martínez Romero falleció este fin de semana después de desaparecer en el agua mientras nadaba en el lago Big Fresh Pond en Southampton el sábado. Tras varias horas de esfuerzos de rescate por parte de una multitud de agencias locales, el cuerpo sin vida de Martínez fue encontrado en el lago el domingo por la mañana. Vidal Martínez Romero tenía 48 años.
“Es increíble que solo unas horas antes de que se perdiera estábamos riendo y disfrutando del día,” dijo Juana, una pariente de Martínez Romero que se encontraba con él cuando sucedió la tragedia. “No sabemos nunca cuándo será nuestro turno, es muy triste.”
Martínez Romero vino el sábado de visita con un sobrino al East End de Long Island para pasarlo con unos familiares que viven en el área y que lo habían invitado ya que en la ciudad “estaba haciendo mucho calor y queríamos refrescarnos,” dijo su sobrino Jaime Munguía Martinez, quien inmigró con él desde su natal pueblo de Libres, en el estado de Puebla hace casi dos décadas y con quien compartía residencia en Brooklyn.
Ese día, húmedo y con temperaturas que rozaban los 90 grados, decidieron pasarlo en el lago Big Fresh Pond localizado cerca de Elliston Park en Southampton, un lugar de aguas tranquilas bastante frecuentado, e ir a nadar un rato a eso de las 3 de la tarde. Al llegar encontraron varias personas en el lago disfrutando de sus aguas. Según los familiares de Martínez Romero que viven localmente, es común atravesarse el lago nadando de orilla a orilla por la parte mas estrecha, que tiene apenas unos 400 pies de distancia. Martínez Romero—quien dijo su familia sabía nadar “muy, muy bien” porque había recibido entrenamiento en el ejército—, y otras personas ese día presentes, cruzaron el lago al menos dos veces.
Después de hacerse unas fotos para plasmar el día, la familia decidió parar sobre las 5 de la tarde para ir a buscar a su vehículo, que se encontraba estacionado alejado del lago, lo que traían de comer. Martínez decidió quedarse atrás para seguir disfrutando del agua.
Al cabo de un rato, al no llegar Martínez a comer al vehículo, la familia decidió ir a buscarlo, pero al intentar localizarlo en el agua y en las orillas del lago, ya no lo encontraban por ningún lado, dijo la familia. Inmediatamente llamaron a la policía.
Patrullas de la policía de Southampton acudieron a la escena en seguida, así como miembros de la división de detectives, la Unidad de Respuesta Comunitaria, guardacostas, equipos de buceo de la policía de Southampton, la unidad de drones de la ciudad de Southampton, alguaciles del condado de Suffolk y bomberos de Hampton Bays, North Sea, East Hampton y Sag Harbor, según el reporte policial.
Se realizaron esfuerzos de búsqueda y rescate, pero se suspendieron cuando se puso ya muy oscuro para seguir el sábado por la noche. La policía dijo que los esfuerzos de rescate se reanudaron el domingo por la mañana.
Sobre las 11 de la mañana la familia recibió la noticia de que los equipos de rescate habían encontrado el cuerpo sin vida de Martínez Romero.
“Es una situación muy dura y estamos muy tristes,” dijo Munguía Martínez. “No entendemos como en un momento pudo pasar todo esto.”
La esposa e hijo de Martínez Romero, quienes están en México, también fueron notificados, dijo Munguía Martínez.
“Ahora solo queda entender por qué pasó esto,” dijo Munguía. “El estaba trabajando fuerte por volver para allá y cumplir sus sueños y ahora volver así es muy triste.”
Munguía describe a su tío como un hombre tranquilo, alegre, que “nunca se metía con nadie.” Extremadamente trabajador, Martínez Romero llevaba años en el supermercado Bogopa en Brooklyn. Allí se encargaba de organizar las frutas y verduras, asegurándose de que estuvieran siempre frescas para el cliente, dijo su sobrino.
“Se dedicaba mucho a su trabajo, el todo lo hacía para mandarle a su familia a México y empezar su banda de ‘sonidero’,” dijo Munguía.
Una banda que Martínez Romero, quien amaba la música cumbia de México, Perú y Ecuador, ya había bautizado como “Sonido Samba.”
“Esa era una verdadera pasión de él, había invertido mucho en el ”sonidero,“ equipos y todo eso, y ya se iba a ir para México para dedicarse a eso,” dijo Munguía con la voz entrecortada.
“Tenemos el corazón roto, es difícil aceptar lo que pasó, hay que vivir la vida, un momento es alegría y otro ya no, nunca se sabe que puede pasar.”
Munguía dijo que la familia planea repatriar los restos de Martínez Romero a su natal Puebla para que descanse en su propia tierra y cerca de su familia.