El Día Internacional de La Paz fue establecido en 1981 por las Naciones Unidas, y desde entonces se conmemora a nivel mundial todos los 21 de septiembre, con el fin de que la humanidad se comprometa con la paz por encima de todas las diferencias y contribuya a la construcción de una cultura pacífica. En nuestra área, la Escuela Primaria Jhon M. Marshall se ha tomado muy en serio esos enunciados y desde el 2007, destina un día del final de Septiembre, para que los niños puedan poner a girar pequeños molinos de viento elaborados por ellos mismos y eleven sus deseos de paz para todo el mundo.
“El primer año, solo cuatro o cinco clases participaron. La idea comenzó, como una semilla, sin pensar que continuaría en el futuro”, dice la maestra de kínder, Irene Quinn, creadora de la iniciativa en la escuela John Marshall. “Cada año la expectativa está ahí. Ahora se ha convertido en una tradición y es parte de la cultura de nuestra escuela. Además, es un evento global y desde este pueblo pequeño, nos acerca al resto del mundo. Los niños y adultos recuerdan este evento, año tras año y esperan que suceda. Es un recuerdo que se llevan por muchos años”.
Para la elaboración de los pequeños molinos, los niños utilizan materiales donados por personas y negocios locales, y cada uno de ellos le pone mucho empeño al diseño de su propio molino. En la ceremonia, todos felices los levantan para que el viento los ponga a girar, mientras cantan canciones alusivas a la paz y leen sus propias creaciones, escritas especialmente para la ocasión. Los chicos también forman en el campo de la escuela, el símbolo de la paz.
“Todos queremos la paz en el mundo. Esta es una forma en que los niños tienen la oportunidad de pensar en lo que pueden hacer por la paz. Los molinetes son un símbolo artístico, creativo y divertido de paz para los niños“, dice la maestra Quinn.
La celebración es complementada durante varios días con otras actividades, en las que los niños tienen espacios para pensar la paz y aportar sus ideas. Todas las clases desde Pre-K hasta 5º grado, hablan sobre el concepto, leen libros del tema y escriben sobre el significado de la paz en el mundo.
“Los niños de los grados inferiores a menudo dicen que la paz es algo que les gusta hacer, que les trae paz, mientras que los estudiantes mayores comparten sus puntos de vista sobre la paz mundial”, asegura Quinn.
Profesores y alumnos esperan cada año este día y negocios locales que contribuyen con sus donaciones para la elaboración de los molinos, también esperan esta fiesta mágica, que “gira” en torno a los buenos deseos de armonía en el mundo entero.
Fotos: Claudia Quintana [ngg src=”galleries” ids=”60″ display=”basic_thumbnail” thumbnail_crop=”0″]