El incendio mortal de la casa en East Second Street en el que cinco miembros de una misma familia de origen guatemalteco, perdieron la vida el pasado 16 de noviembre, sigue bajo investigación.
Casi dos meses después de la conflagración que quemó la casa centenaria de tres pisos, en el centro de Riverhead, la policía del condado de Suffolk todavía está investigando la causa, le dijo un portavoz del departamento de policía a RiverheadLOCAL esta semana.
El jefe de policía de Riverhead, David Hegermiller, afirmó el jueves que la división de detectives aún no ha recibido un informe de la brigada de incendios provocados de la policía del condado de Suffolk. Una investigación preliminar determinó que la causa no era de naturaleza criminal, dijo la policía de Suffolk poco después del incendio.
Cinco familiares fallecieron en un departamento del tercer piso de la casa multifamiliar: Zonia Dinora Rivera, 41, sus hijos, Carlos Cifredo Peñate Rivera, 24 y Andrea Isamar González, 16, y sus sobrinos, Douglas Edgardo Rivera Aguirre, 24, Carlos Alberto Ramos Aguirre, 22 años. La tragedia dejó a los familiares en Riverhead y en Guatemala sumidos en un dolor incalculable y causó gran impacto entre los miembros de la comunidad latina del East End.
Cinco residentes más que vivían en apartamentos del primero y segundo piso de la casa, incluida la propietaria del edificio, Carmela Cannella, escaparon ilesos, dijo la policía.
Laura Rivera, hermana y tía de las víctimas, dijo ayer que recientemente se ha puesto en contacto con los investigadores que manejan el caso y, aunque no hay un informe final, le dijeron que creen que el incendio fue causado por un cigarrillo desechado.
“Lo que dicen es que fue un cigarro. Que alguien estaba fumando en el deck de la casa donde vivía mi familia y cuando terminó lo tiró, sin darse cuenta que aún estaba encendido, y que había muebles cerca”. dijo Rivera. “Nos han dicho que hasta el momento no se cree que haya manos criminales involucradas en este caso”, agregó.
Rivera le dijo a RiverheadLOCAL en noviembre que su sobrino, el hijo de Zonia, Carlos, había estado celebrando su cumpleaños número 24 con amigos en la terraza de la casa horas antes del incendio. Los amigos se fueron antes de las 10 de la noche, dijo. Poco tiempo después, un gran incendio envolvió la casa de 114 años.
“Los investigadores dicen que el informe completo estará listo a fines de febrero”, dijo Rivera. “Pero desde el principio nos informaron que iba a tomar mucho tiempo. No sabemos las razones”.
La comunidad se unió para apoyar a la familia sobreviviente en las semanas posteriores al incendio, llorando a los fallecidos y brindando apoyo financiero a los miembros de la familia sobrevivientes, para los costos del funeral y los gastos asociados con la repatriación de sus restos a su natal Esmeralda, en Jeréz Jutiapa, Guatemala. Cientos de personas se unieron en el último adiós a esta familia.
La estructura carbonizada en East Second Street no será demolida hasta que la investigación se cierre formalmente, según funcionarios de la ciudad. El sitio está asegurado con cercas y una puerta cerrada con llave, con carteles de “mantener fuera” y “prohibido el paso”. El pueblo colocó un aviso junto a la entrada de la casa incendiada advirtiendo que la ocupación está prohibida y declarando que el edificio es una estructura insegura según el código del pueblo.
Denise Civiletti y Juliana Holguín colaboraron en este artículo