Como en la mayoría del mundo, hinchas del fútbol en el East End de Long Island lamentaron la pérdida de Diego Armando Maradona, un controversial ícono de este deporte que murió esta semana a los 60 años tras sufrir un paro cardíaco.
Muchos a través de su carrera lo han tildado como “el mejor jugador de todos los tiempos,” un título de por sí polémico, pero fuera o no el mejor, lo que no se puede negar es que despertó en muchos una pasión por el fútbol, y por él, casi religiosa.
Para Edgardo Villafranco, presidente de La Liga de Fútbol de Riverhead durante los últimos 12 años, la inesperada noticia lo cogió de sorpresa, dijo en una entrevista.
“Es una de esas figuras que parecen inmortales, que siempre estarán allí, es muy triste el que ya no esté,” dijo Villafranco. “Yo sé que muchos lo juzgan por su vida personal, pero eso no debe ser, como jugador, dentro del campo, era el mejor, y por eso hay que recordarlo.”
Al igual que Villafranco, otros fanes locales del astro argentino, dicen que no dejarán de admirar a Maradona por todo lo que aportó al fútbol, a pesar de sus muchos escándalos personales, adicciones y controversiales actitudes fuera, y a veces dentro, del terreno de juego.
“Nadie ha logrado lo que el logró, fuera del campo eso es muy aparte, pero como jugador de fútbol era una leyenda viviente,” dijo Fernando Quitzpe, residente de Flanders.
Mientras tanto, en su país natal, Argentina, se anunció tres días de duelo nacional por el fallecimiento de la superestrella y cientos de miles de fanáticos salieron a las calles de Argentina y Nápoles el miércoles para rendir homenaje a su héroe.
De Argentina, pasando por Europa, para el mundo
Argentinos Juniors
El ‘astro’ argentino debutó en primera división con tan solo 15 años, jugando para el club Argentinos Juniors, en el año 1976. Su primer partido fue el 20 de octubre, en la derrota contra Talleres de Córdoba por 0-1 y a pesar de su juventud ya deleitaba a sus hinchas con sus habilidades, haciendo un caño en el primer balón que tuvo a sus pies.
Un mes después, el 14 de noviembre, convirtió su primer gol contra San Lorenzo de Mar del Plata, además anotaría un tanto más. Posteriormente sería el goleador de los torneos Metropolitano 1978, 1979 y 1980 y conseguiría el récord en el fútbol argentino al ser el máximo anotador en cinco oportunidades.
En 1979 anotó lo que él consideró como su mejor gol, durante un cuadrangular en Colombia ante América, Deportivo Cali y Pereira.
“Maradona arrancó desde la mitad de la cancha y fue eludiendo a rivales: Farid Perchy, Henry Viáfara se le tiraron encima, pero no le hicieron nada. Luego vino el paraguayo Alcides Sossa y el último que lo cruzó fue el ‘Moño’ Muñoz. Entonces ahí amagó a patear, enganchó y quedó de frente al arco. Después amagó a tirar al segundo palo y se la tocó cortita al primero, Un golazo” dijo Hugo Horacio Lóndero (exfutbolista del Pereira y testigo del gol) para ‘Blog Deportivo’, de Blu Radio.
Boca Juniors
En 1981 llega al ‘Xeneize’ a pesar de las eminentes ofertas de equipos como el América de Cali, el Sheffield United de Inglaterra y el máximo rival de Boca Junior, el River Plate, pero ‘Diego’ optó por irse al club de sus amores.
Su debut fue inmediato, a los dos días después de firmarse el contrato, enfrentándose de nuevo a Talleres de Córdoba, pero en esa ocasión sí sería protagonista al convertir un ‘doblete’ que le daría la victoria a su equipo por 4 a 1, a pesar de jugar con una fuerte molestia en su pierna derecha, que efectivamente le iba a provocar un desgarre por casi un mes.
Su primer ‘Superclásico’ contra River Plate lo jugó el 10 de abril del mismo año, en la Bombonera en una noche protagonizada por la lluvia, que dio como ganador a Boca Juniors con un contundente 3-0, con dos goles de Miguel Brindisi y uno del ‘Pelusa’.
Tras el empate contra Racing quedaron campeones del torneo Metropolitano del 81, que sería el único título argentino para Maradona, quien se marcharía al año siguiente para Barcelona, dejando 28 goles en 40 partidos.
Selección argentina
La historia entre la ‘Albiceleste’ y Maradona está llena de emociones, tanto júbilo, como tristezas, pero siempre fue su consentida.
La gloria empezó cuando ganaron la copa mundial de fútbol juvenil 1979, en Japón. El 10 argentino fue el encargado de liderar a su equipo en dicha competición al derrotar por 3-1 a la Unión Soviética, además de ser el mejor jugador del torneo.
Su primer mundial con la selección de mayores fue en España 82’ y Argentina llegaba como el reciente campeón del mundo. Sin embargo, a pesar de las expectativas, no fue una buena presentación para los argentinos, que venían en medio de la angustia por las Malvinas. Por si fuera poco, Maradona fue expulsado en segunda ronda contra Brasil al pegarle una patada a Batista.
Definitivamente su clímax futbolístico llegó en el mundial de México 86’, con una selección argentina dirigida por Carlos Salvador Bilardo, que por segunda ocasión en su historia lograba quedar campeona del mundo. La participación del ‘Pelusa’ fue intachable, destacándose por momentos inolvidables en la historia de los mundiales, como lo fue el partido contra Inglaterra por los cuartos de final, donde Diego le dio el triunfo a su selección con la polémica ‘Mano de Dios’ y el ‘Gol del siglo’.
Todo se definió en la final contra Alemania Occidental, dando como resultado un apretado 3 a 2 para los argentinos, que por segunda vez alcanzaban la gloria, otorgando como protagonista a Diego Armando Maradona, quien fue el mejor jugador de dicho mundial y hasta ahora conserva el récord de la mejor participación individual en la Copa del Mundo (5 goles y 5 asistencias).
Maradona y su paso por Europa
Maradona también dejó una gran huella por el continente Europeo, donde jugó en tres equipos, el Barcelona, el Sevilla y el Nápoles. En el conjunto italiano, fue donde más destacó y dónde se le recuerda como una leyenda. Tanto es así que, en homenaje a su figura, el Nápoles ha cambiado el nombre de su feudo por San Paolo a Estadio Diego Armando Maradona.
El ‘10’ llegó a Europa con solo 22 años, tras el Mundial de 1982 disputado en España. Tuvo muchos pretendientes, pero después del campeonato del mundo se oficializó su fichaje por el FC Barcelona por 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros) y se convirtió en el fichaje más caro de la época.
Maradona llegó cómo una revelación a la ciudad catalana, pero su paso por el Barcelona estuvo lleno de contratiempos. En su primera temporada, sufrió una hepatitis que le dejó sin jugar tres meses, aun así, acabó consiguiendo dos títulos, la Copa del Rey y la Copa de la Liga.
En su segunda temporada estuvo otros tres meses más de baja por culpa de una lesión en el tobillo, además en su vuelta a los terrenos de juego, en una final de la Copa del Rey frente al Athletic Club, agredió a un jugador de manera violenta y la federación española decidió sancionarlo tres meses sin poder jugar.
El presidente del club, Josep Lluís Nuñez, decidió traspasarlo al Nápoles. Su comportamiento fuera de los terrenos de juego no fue el más idóneo, las salidas nocturnas iniciaron sus primeros acercamientos a las drogas y eso ayudó al Barcelona a tomar su decisión.
El club azulgrana aceptó la oferta del club napolitano y Maradona fue traspasado también por una alta cantidad de dinero, donde estuvo seis años.
Maradona llegó a un club en horas bajas y el fichaje del argentino por el Nápoles provocó una tremenda ilusión a la ciudad. Gracias a su fichaje el conjunto italiano mejoró y en su segunda temporada, el club consiguió acabar tercero en la Serie A y accedió a la Copa de la UEFA.
Tras el Mundial de 1986, su consagración como estrella, consiguió el deseado título liguero para el Napoli, el primero de la historia del club, y también la Copa de Italia, con Maradona como el gran destacado de una temporada histórica.
Maradona se destacó especialmente durante segunda mitad de la década de los 80, una época que lo vio brillar. En 1989 el Napoli consiguió la Copa de la UEFA, actualmente llamada UEFA Europa League, y en la siguiente temporada, consiguió el segundo título de la Serie A.
Aun así, el ‘crack’ argentino volvió a las andadas y en medio de su pletórico estado de forma dio positivo por cocaína en un control antidopaje, algo que le apartó del fútbol durante un año y tres meses.
Finalmente, tras el periodo de suspensión, con 32 años, Maradona quiso dejar al Nápoles y aunque el presidente y el club pusieron mucha resistencia, Maradona acabó marchándose por la puerta de atrás de nuevo a España, en este caso se fue al Sevilla.
En el equipo español Maradona tampoco supo controlar su tendencia a la autodestrucción. Su comportamiento, lejos de ser ejemplar dentro y fuera del campo, además de enfrentarse abiertamente con los directivos y autoridades del club, llevaron al club andaluz a despedirlo tras solo una temporada.
Maradona regresó a Argentina, donde pasó los siguientes años intentando revivir su carrera, pero sin mucho éxito. En total, este ícono anotó 312 goles en 588 partidos de clubes de fútbol. En 1997, la leyenda colgó las botas a la edad de 37 años.
María del Mar Piedrabuena contribuyó a este reporte